Falso rumor que en Alberta están dando documentos y mejores pagos, atrae a obreros de Toronto. Salieron en busca de un mejor empleo y se encontraron con la prisión. Según Juan Sierra, líder sindical, representante de Labourers International Union of North America, y quien está al tanto de lo que está pasando con algunos obreros que fueron capturados, muchos trabajadores de Toronto se están trasladando para Alberta bajo falsas promesas y especialmente por un fuerte rumor en el que se afirma que en esa zona del país les están dando documentos a los obreros, cuando ellos saben que es toda una mentira, pues ni les dan documentos y las condiciones laborales son totalmente desventajosas para los trabajadores.
Por Ciro Alquichire V.
ciroalve@yahoo.ca
TORONTO.- Acosados por Inmigración, por el miedo a una redada, a las deportaciones y a todo lo que está sucediendo con los indocumentados en Ontario, pero especialmente entusiasmados con una buena oportunidad de trabajo, donde les prometieron que les pagarían más de lo que ganan como obreros de la construcción en Toronto, cuatro jóvenes, dos costarricenses y dos mexicanos sin estatus legal, salieron para la Provincia de Alberta a buscar un mejor futuro para ellos y sus familias, pero se encontraron todo lo contrario y ahora se encuentran en una cárcel y a puertas de la deportación.
Actualmente los 4 inmigrantes están en la prisión regular en Kenora, población localizada en Ontario, a donde fueron a parar después de ser capturados cuando intentaban regresar a Toronto, después de verificar que todo lo que les habían prometido los empresarios en Alberta no correspondía a la realidad y a que a aparte de ello podían correr más riesgo si se quedaban en esa zona del país, pues la leyes de Inmigración son más fuertes en esa provincia, según lo manifestaron obreros que ya estuvieron en la zona y que se enfrentaron a las políticas que prácticamente no permiten el establecimiento de ninguna persona sin estatus legal.
Estos padres de familia, que no están acostumbrados a vivir con delincuentes, pues sólo han trabajado y demostrado ser buenos ciudadanos en Canadá y en sus países de origen, en donde no cuentan con ningún récord criminal, corren el peligro de ser trasladados a la cárcel El Fuerte, donde deberán compartir celda con toda clase de delincuentes, ante lo cual varias organizaciones están realizando todo lo posible para sacarlos de prisión y encontrar la manera que puedan regresar al seno de su hogar en Toronto, donde los esperan sus familiares.
Con lágrimas en los ojos, María Contreras, una madre de familia de origen mexicano, casada con uno de los inmigrantes que cayeron en una acción de la policía de caminos, narró cómo es la triste situación por la que están pasando y cómo su esposo pensó que en Alberta podría encontrar un mejor trabajo que le ayudara a salir adelante en Canadá.
Con un pequeño de tan solo ocho meses de nacido, María guarda la esperanza que las autoridades se compadezcan de la situación y permitan que su esposo y sus amigos puedan seguir trabajando como antes, "ellos son buenas personas, no le han hecho mal a nadie, solo han trabajado y trabajado por este país, sería injusto que los deportaran, yo pido a las autoridades que miren bien lo que están haciendo, porque están destruyendo familias", dijo esta mexicana, que se prepara para enfrentarse también a una Corte de Inmigración, después de que le negaran su solicitud de refugio.
Según Juan Sierra, líder sindical, representante de Labourers International Union of North America, y quien está al tanto de lo que está pasando con estos obreros que fueron capturados, muchos trabajadores de Toronto se están trasladando para Alberta bajo falsas promesas y especialmente por un fuerte rumor en el que se afirma que en esa zona del país les están dando documentos a los obreros, cuando ellos saben que es toda una mentira, pues ni les dan documentos y las condiciones laborales son totalmente desventajosas para los trabajadores.
Dijo que muchos han sido engañados por empresarios que les prometen un mejor salario, pero cuando llegan a Calgary ven que la realidad es otra, pues el pago corresponde a otra situación laboral muy diferente a la que están acostumbrados los obreros que trabajan en Ontario.
El líder sindical dijo que mientras un trabajador en Toronto se especializa en una parte de la obra, en Alberta la situación es otra pues debe hacer de todo, pero más complicado es que no puede trabajar a nombre propio sino como contratista directo, pues en esta zona del país no existen las empresas contratistas y son los mismos obreros los que trabajan directamente con los constructores, que no les facilitan la infraestructura necesaria para poder realizar su labor.
Es decir, según el líder sindical, para poder trabajar deben alquilar o rentar la maquinaria necesaria como los monta cargas, de esa forma lo que les aumentan en salario se va en el pago de las herramientas. Actualmente en Toronto a un obrero le pagan $3,50 por pie cuadrado, mientras en Calgary pagan de $7 a $8 dólares por pie cuadrado, situación que atrajo a los mexicanos y a los costarricenses a trasladarse a esta provincia.
Los cuatro obreros llegaron el fin de semana pasado a trabajar a Calgary, atraídos por el mejor salario y porque supuestamente podrían obtener un estatus legal, pero cuando llegaron a la ciudad se enfrentaron con que ninguna de las dos promesas eran ciertas y lo peor que si bien el salario era mayor, gran parte de lo que ganarían se iría en el pago de la maquinaria pesada, ante lo cual decidieron regresarse a Toronto.
En el camino de regreso, cuando se encontraban a la altura de Kenora, el vehículo en que se desplazaban por la autopista fue detenido por la policía, pues rodaban a límites de velocidad no permitidos en la zona, pero pese a que el conductor mostró sus documentos y la licencia de conducción y además acepto la multa, el oficial de carreteras los obligo a salir de la vía y les exigió sus documentos a todos los que viajaban en el vehículo, especialmente el que determinara su estatus migratorio, pese a que está prohibido en Ontario después de la norma que establece que los oficiales no pueden preguntar, si no existe una orden de captura. De ahí en adelante fueron llevados a una prisión regular y ahora están a puertas de la deportación.
Actualmente según contó María, la esposa de uno de los implicados, ya contrataron los servicios de un paralegal y varias organizaciones que trabajan con indocumentados los están ayudando, lo mismo que el sindicato de trabajadores, pero teme que su esposo y sus amigos sean deportados sin ninguna contemplación ante lo cual hace una llamado a la opinión pública para que busquen la manera de apoyar a todos los inmigrantes que no han logrado un estatus legal en este país, para que no sigan sufriendo por unas normas que están lejos de ser humanitarias y que están separando familias.
Los obreros llevaban en Toronto entre 4 y 5 años trabajando como indocumentados, la mayoría habían hecho sus trámites legales para poderse quedar pero no fueron aceptados, por lo que ahora sólo les quedan dos opciones para evitar ser deportados, los mexicanos aplicarán a un refugio y los dos costarricenses intentarán evitar la deportación aplicando al PRRA, una última instancia que tienen ante Inmigración para que su caso sea revisado, pero en el que se debe establecer que correrían un gran riesgo contra sus vidas si regresan a su país de origen.
Según especialistas en el tema, la aplicación al PRRA, solo impide la deportación inmediata, pero en muy pocos casos las personas logran ganar los procesos y son deportados sin mayores contemplaciones, pese a que pueden demostrar que poseen un buen récord laboral.
Una de las salidas a este problema es un programa transitorio que le están pidiendo varias organizaciones al Gobierno, mediante el cual se detendrían inmediatamente todas las órdenes de deportación, les daría permiso provisionales de trabajo a los indocumentados y a sus familiares y les permitiría vivir sin inconvenientes a las personas que no han cometido ningún delito en este país, hasta que se reforme el Sistema de Inmigración en Canadá, y se establezcan las nuevas políticas migratorias.
La lucha de la coalición, "Apoyar, no deportar", tras la búsqueda de una reforma a las políticas de Inmigración Canadiense, se inició hace algunos días, cuando se pudo establecer que se han triplicado las deportaciones y que según muchas personas de la comunidad se estarían realizando redadas en Toronto para capturar indocumentados, ante lo cual se unieron grupos de inmigrantes, sindicatos, empleadores, organizaciones políticas, centros comunitarios, estudiantes, líderes religiosos y simpatizantes de los trabajadores sin estatus migratorio en Canadá, quienes decidieron realizar un gran acto público para hacer sentir su voz de protesta por lo que está pasando.
La jornada de apoyo a esta propuesta se realizará el 22 de abril, a partir de las 11:00 a.m., frente a las instalaciones del Parlamento de Ontario, en Queen's Park, de donde saldrá la marcha que culminará en el City Hall, justo en frente de la Alcaldía de Toronto, en el 100 de Queen Street West.
Si está interesado en obtener información o participar, puede comunicarse con el Congreso Hispano Canadiense, al teléfono 416-447-7264.
Por Ciro Alquichire V.
ciroalve@yahoo.ca
TORONTO.- Acosados por Inmigración, por el miedo a una redada, a las deportaciones y a todo lo que está sucediendo con los indocumentados en Ontario, pero especialmente entusiasmados con una buena oportunidad de trabajo, donde les prometieron que les pagarían más de lo que ganan como obreros de la construcción en Toronto, cuatro jóvenes, dos costarricenses y dos mexicanos sin estatus legal, salieron para la Provincia de Alberta a buscar un mejor futuro para ellos y sus familias, pero se encontraron todo lo contrario y ahora se encuentran en una cárcel y a puertas de la deportación.
Actualmente los 4 inmigrantes están en la prisión regular en Kenora, población localizada en Ontario, a donde fueron a parar después de ser capturados cuando intentaban regresar a Toronto, después de verificar que todo lo que les habían prometido los empresarios en Alberta no correspondía a la realidad y a que a aparte de ello podían correr más riesgo si se quedaban en esa zona del país, pues la leyes de Inmigración son más fuertes en esa provincia, según lo manifestaron obreros que ya estuvieron en la zona y que se enfrentaron a las políticas que prácticamente no permiten el establecimiento de ninguna persona sin estatus legal.
Estos padres de familia, que no están acostumbrados a vivir con delincuentes, pues sólo han trabajado y demostrado ser buenos ciudadanos en Canadá y en sus países de origen, en donde no cuentan con ningún récord criminal, corren el peligro de ser trasladados a la cárcel El Fuerte, donde deberán compartir celda con toda clase de delincuentes, ante lo cual varias organizaciones están realizando todo lo posible para sacarlos de prisión y encontrar la manera que puedan regresar al seno de su hogar en Toronto, donde los esperan sus familiares.
Con lágrimas en los ojos, María Contreras, una madre de familia de origen mexicano, casada con uno de los inmigrantes que cayeron en una acción de la policía de caminos, narró cómo es la triste situación por la que están pasando y cómo su esposo pensó que en Alberta podría encontrar un mejor trabajo que le ayudara a salir adelante en Canadá.
Con un pequeño de tan solo ocho meses de nacido, María guarda la esperanza que las autoridades se compadezcan de la situación y permitan que su esposo y sus amigos puedan seguir trabajando como antes, "ellos son buenas personas, no le han hecho mal a nadie, solo han trabajado y trabajado por este país, sería injusto que los deportaran, yo pido a las autoridades que miren bien lo que están haciendo, porque están destruyendo familias", dijo esta mexicana, que se prepara para enfrentarse también a una Corte de Inmigración, después de que le negaran su solicitud de refugio.
Según Juan Sierra, líder sindical, representante de Labourers International Union of North America, y quien está al tanto de lo que está pasando con estos obreros que fueron capturados, muchos trabajadores de Toronto se están trasladando para Alberta bajo falsas promesas y especialmente por un fuerte rumor en el que se afirma que en esa zona del país les están dando documentos a los obreros, cuando ellos saben que es toda una mentira, pues ni les dan documentos y las condiciones laborales son totalmente desventajosas para los trabajadores.
Dijo que muchos han sido engañados por empresarios que les prometen un mejor salario, pero cuando llegan a Calgary ven que la realidad es otra, pues el pago corresponde a otra situación laboral muy diferente a la que están acostumbrados los obreros que trabajan en Ontario.
El líder sindical dijo que mientras un trabajador en Toronto se especializa en una parte de la obra, en Alberta la situación es otra pues debe hacer de todo, pero más complicado es que no puede trabajar a nombre propio sino como contratista directo, pues en esta zona del país no existen las empresas contratistas y son los mismos obreros los que trabajan directamente con los constructores, que no les facilitan la infraestructura necesaria para poder realizar su labor.
Es decir, según el líder sindical, para poder trabajar deben alquilar o rentar la maquinaria necesaria como los monta cargas, de esa forma lo que les aumentan en salario se va en el pago de las herramientas. Actualmente en Toronto a un obrero le pagan $3,50 por pie cuadrado, mientras en Calgary pagan de $7 a $8 dólares por pie cuadrado, situación que atrajo a los mexicanos y a los costarricenses a trasladarse a esta provincia.
Los cuatro obreros llegaron el fin de semana pasado a trabajar a Calgary, atraídos por el mejor salario y porque supuestamente podrían obtener un estatus legal, pero cuando llegaron a la ciudad se enfrentaron con que ninguna de las dos promesas eran ciertas y lo peor que si bien el salario era mayor, gran parte de lo que ganarían se iría en el pago de la maquinaria pesada, ante lo cual decidieron regresarse a Toronto.
En el camino de regreso, cuando se encontraban a la altura de Kenora, el vehículo en que se desplazaban por la autopista fue detenido por la policía, pues rodaban a límites de velocidad no permitidos en la zona, pero pese a que el conductor mostró sus documentos y la licencia de conducción y además acepto la multa, el oficial de carreteras los obligo a salir de la vía y les exigió sus documentos a todos los que viajaban en el vehículo, especialmente el que determinara su estatus migratorio, pese a que está prohibido en Ontario después de la norma que establece que los oficiales no pueden preguntar, si no existe una orden de captura. De ahí en adelante fueron llevados a una prisión regular y ahora están a puertas de la deportación.
Actualmente según contó María, la esposa de uno de los implicados, ya contrataron los servicios de un paralegal y varias organizaciones que trabajan con indocumentados los están ayudando, lo mismo que el sindicato de trabajadores, pero teme que su esposo y sus amigos sean deportados sin ninguna contemplación ante lo cual hace una llamado a la opinión pública para que busquen la manera de apoyar a todos los inmigrantes que no han logrado un estatus legal en este país, para que no sigan sufriendo por unas normas que están lejos de ser humanitarias y que están separando familias.
Los obreros llevaban en Toronto entre 4 y 5 años trabajando como indocumentados, la mayoría habían hecho sus trámites legales para poderse quedar pero no fueron aceptados, por lo que ahora sólo les quedan dos opciones para evitar ser deportados, los mexicanos aplicarán a un refugio y los dos costarricenses intentarán evitar la deportación aplicando al PRRA, una última instancia que tienen ante Inmigración para que su caso sea revisado, pero en el que se debe establecer que correrían un gran riesgo contra sus vidas si regresan a su país de origen.
Según especialistas en el tema, la aplicación al PRRA, solo impide la deportación inmediata, pero en muy pocos casos las personas logran ganar los procesos y son deportados sin mayores contemplaciones, pese a que pueden demostrar que poseen un buen récord laboral.
Una de las salidas a este problema es un programa transitorio que le están pidiendo varias organizaciones al Gobierno, mediante el cual se detendrían inmediatamente todas las órdenes de deportación, les daría permiso provisionales de trabajo a los indocumentados y a sus familiares y les permitiría vivir sin inconvenientes a las personas que no han cometido ningún delito en este país, hasta que se reforme el Sistema de Inmigración en Canadá, y se establezcan las nuevas políticas migratorias.
La lucha de la coalición, "Apoyar, no deportar", tras la búsqueda de una reforma a las políticas de Inmigración Canadiense, se inició hace algunos días, cuando se pudo establecer que se han triplicado las deportaciones y que según muchas personas de la comunidad se estarían realizando redadas en Toronto para capturar indocumentados, ante lo cual se unieron grupos de inmigrantes, sindicatos, empleadores, organizaciones políticas, centros comunitarios, estudiantes, líderes religiosos y simpatizantes de los trabajadores sin estatus migratorio en Canadá, quienes decidieron realizar un gran acto público para hacer sentir su voz de protesta por lo que está pasando.
La jornada de apoyo a esta propuesta se realizará el 22 de abril, a partir de las 11:00 a.m., frente a las instalaciones del Parlamento de Ontario, en Queen's Park, de donde saldrá la marcha que culminará en el City Hall, justo en frente de la Alcaldía de Toronto, en el 100 de Queen Street West.
Si está interesado en obtener información o participar, puede comunicarse con el Congreso Hispano Canadiense, al teléfono 416-447-7264.
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