Paul Fortis
La Posta Permanente
Comité FMLN de Ottawa y RCN
Una sombra triste como ave taciturna cubre la atmósfera de la jurisprudencia salvadoreña. Se pierde físicamente un gigante de las aulas, de las leyes y de las artes de nuestra patria.
Muere un viernes santo; pero sus enseñanzas han desde ya reencarnado en la voz de los@ abogados justos y en aquello que defienden la Carta Magna en contra de todos los atropellos. Con el doctor Méndez termina una generación de ilustres, de sabios que con sus actos supieron guiar a nuestra patria por mejores derroteros. No es raro, acostumbraba a decirme el íntimo hermano del doctor Méndez, el médico e inolvidable amigo doctor Carlos Ernesto Navarro Poggio con quien se conocían y se habían visto como hermanos desde los días de infancia, que un hombre tan ágil para las leyes, sea un gran escritor y gran recopilador de la cultura nacional.
Por medio del doctor Navarro Poggio pude darme cuenta que el doctor Méndez era el que poseía la biblioteca privada mas grande de la nación. El doctor Navarro Poggio me contaba también que ambos se habían transmitido conocimientos de la ramas en que ambos eran especializados, así; -me contaba el doctor Navarro-, Chema me sustituía a mi como médico y yo a él como abogado.
Aquella amistad duro toda la vida y se continuó con los hijos de ambos profesionales: José Maria Méndez h., abogado y Miguel Ángel Navarro Umanzor, médico con quienes compartí parte de mi juventud en nuestros días de estudiantes en la década del 70.
Sirva este pequeño reconocimiento al doctor José Maria Méndez y mi mas sentido pésame a su apesarada familia (Dña Estercita v. de Méndez, y a sus hijos Chemita, Toño hermana y a toda la nación salvadoreña.
Doctor José María Méndez: la jurisprudencia, el arte y toda la nación estamos de luto.
La Posta Permanente
Comité FMLN de Ottawa y RCN
Una sombra triste como ave taciturna cubre la atmósfera de la jurisprudencia salvadoreña. Se pierde físicamente un gigante de las aulas, de las leyes y de las artes de nuestra patria.
Muere un viernes santo; pero sus enseñanzas han desde ya reencarnado en la voz de los@ abogados justos y en aquello que defienden la Carta Magna en contra de todos los atropellos. Con el doctor Méndez termina una generación de ilustres, de sabios que con sus actos supieron guiar a nuestra patria por mejores derroteros. No es raro, acostumbraba a decirme el íntimo hermano del doctor Méndez, el médico e inolvidable amigo doctor Carlos Ernesto Navarro Poggio con quien se conocían y se habían visto como hermanos desde los días de infancia, que un hombre tan ágil para las leyes, sea un gran escritor y gran recopilador de la cultura nacional.
Por medio del doctor Navarro Poggio pude darme cuenta que el doctor Méndez era el que poseía la biblioteca privada mas grande de la nación. El doctor Navarro Poggio me contaba también que ambos se habían transmitido conocimientos de la ramas en que ambos eran especializados, así; -me contaba el doctor Navarro-, Chema me sustituía a mi como médico y yo a él como abogado.
Aquella amistad duro toda la vida y se continuó con los hijos de ambos profesionales: José Maria Méndez h., abogado y Miguel Ángel Navarro Umanzor, médico con quienes compartí parte de mi juventud en nuestros días de estudiantes en la década del 70.
Sirva este pequeño reconocimiento al doctor José Maria Méndez y mi mas sentido pésame a su apesarada familia (Dña Estercita v. de Méndez, y a sus hijos Chemita, Toño hermana y a toda la nación salvadoreña.
Doctor José María Méndez: la jurisprudencia, el arte y toda la nación estamos de luto.
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