miércoles, abril 12, 2006

TLC en viernes de dolores

Licda. Norma Guevara de Ramirios

El Presidente Saca había anunciado que la Asamblea Legislativa elegiría Fiscal de la República antes de salir de vacaciones y es que normalmente las medidas más negativas y amargas del gobierno se aprueban o se anuncian antes de una vacación larga, sea semana santa, agosto o navidad; el calculo es que en ese tiempo la gente sale de su rutina, los medios sustituyen las noticias y opiniones con enlatados y los funcionarios que deben dar explicaciones están fuera de sus oficinas; pero algo fuera de calculo apareció y las fracciones legislativas comprometidas con Saca no pudieron cumplirle.

Sin embargo la costumbre de dar palo al pueblo antes de vacación tomó otro cause y fue la ruptura de compromiso del gobierno con los vendedores de música y videos quienes recibieron en vez de telegrama para reunión, la visita de la PNC para decomisar la mercadería en pleno viernes de dolores.

Antes de las elecciones para adecuar la legislación nacional a los requerimientos de las transnacionales que se beneficiarán con la apertura comercial, incluyeron en la figura de delito penal la venta y reproducción de artículos de marca, varios miles de vendedores acudieron a la Asamblea Legislativa para hacer entender que su modo de vida está en peligro por esa legislación, pasan de medio millón las personas que viven de esa actividad comercial.

Las fracciones de la derecha y el gobierno se comprometieron a no realizar decomiso de mercadería sin antes buscar arreglos entre los vendedores y las empresas productoras como lo hicieron en México; antes de las elecciones la Ministra de Economía hablaba de «mesa de diálogo», organizaba reuniones con los vendedores, pero pasados los comicios el tema salió de la atención gubernamental.

Es obvio que con el TLC hay ganadores, pero esos son los grandes y los perdedores son los que sobreviven con sus esfuerzos en la agricultura, la industria y el comercio principalmente informal. Ahora el gobierno abandonó su máscara, y delito es delito, la ley está vigente y sin duda los monopolios le piden que cumpla el TLC; por eso la madrugada del Viernes 7 de Abril, Viernes de Dolores en el calendario litúrgico, la PNC en San Miguel y el Centro de San Salvador se dedicó a decomisar especialmente la música (CD DVD) y los vendedores para manifestar su protesta por el incumplimiento del compromiso gubernamental se concentraron en la Avenida Juan Pablo II y en el decir de los mismos antes de media hora de protesta fueron agredidos brutalmente por los agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden UMO de la PNC.

Así empezó una tarde y noche caótica en San Salvador cuyos resultados no han sido cuantificados todavía, pero que dejan a varias decenas de personas capturadas, miles de personas afectadas por gases lacrimógenos, golpeados y torturados, afectaciones en el comercio formal que se vio forzado a cerrar sus establecimientos, trastorno en el transporte público de pasajeros, incendio de casetas telefónicas, un vehículo y un edificio.

El colmo es que el Vía Crucis, actividad de la población católica fue afectado igualmente que la Tribuna Legislativa que cada viernes realiza la representación legislativa del FMLN en la Plaza Cívica, pues prácticamente todo el centro capitalino fue tomado por las fuerzas policiales en actitud represiva y sin distinguir a los vendedores y la población que buscaba resguardarse o salir de semejante confusión.

¿Qué representan estos hechos... augurio de la bonanza del TLC o de la desgracia que el mismo acarrea para las mayorías? ¿Qué va a pasar a los agricultores y a otros sectores afectados por ese tratado? Pareciera que los dolores del TLC recién empiezan a asomar.

Lo peor de todo es la acelerada marcha hacia un estado represivo como condición para su cumplimiento dentro de lo cual el pueblo es la verdadera víctima y no beneficiario. Tenemos todas y todos planteada una problemática que debe movernos a la reflexión y a la acción, a modificar conductas. Es indiscutible que el desempleo, la falta de oportunidades, el cierre de fuentes de trabajo afecta a decenas de miles de familias. No parece que al gobierno le importe esta realidad y es obligado hacerle recapacitar; cómo hacerlo? He allí un gran reto.

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