(PL) El factor clave en el aumento de la violencia en El Salvador es hoy la delincuencia que sigue en alza, afirmó Elenilson Martínez representante del Sistema Nacional de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres.
El fenómeno de la violencia en el país es grave y lo testifican los 10 homicidios como promedio diario que ocurren en el país, según estadísticas oficiales.
En los últimos cinco días, Protección Civil atendió más de 600 casos, de ellos 70 están relacionados con fallecimientos por distintas cuasas.
La mayor parte de esas muertes, 34, corresponden a homicidios con armaS de fuego, destaca la entidad.
Un estudio del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, revela que la circulación de armas de fuego contribuyen y forman parte de la cultura de violencia de la nación.
La investigación destaca que en El Salvador existen más de 400 mil armas en manos de civiles, por lo que una de cada diez personas mayores de trece años posee alguna.
También, destacó el representante de Protección Civil, sólo desde la tarde del martes hasta la mañana de ayer el incremento de asesinatos por armas blancas fue de ocho.
Martínez explicó que los homicidios se incrementaron de 64 a 70 en relación con el 2005, en la misma fecha.
Diversas organizaciones de la sociedad civil advierten que la desintegración familiar, el excesivo consumo de bebidas alcohólicas y drogas, las pandillas, el desempleo, el estrés y la desesperanza de los salvadoreños son algunas causas de esta situación.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, sólo en el 2003 la violencia le costó al país mil 717 millones de dólares, el equivalente al 11,5 por ciento del Producto Interno Bruto, y desde esa fecha hasta hoy las cifras siguen en ascenso.
Estos indicadores se disparan en los festejos de Semana Santa, por lo que el Ministerio de gobernación, la Policía Nacional Civil (PNC), y el Sistema Nacional, integrado por diferentes cuerpos de socorro, estiman que esos hechos violentos aumenten a partir de hoy.
En 2005, los cómputos finales de muertos registrados por esta época reflejaron 64 por armas de fuego, 19 por arma blanca, 47 por accidentes de tránsito y 36 ahogados.
El fenómeno de la violencia en el país es grave y lo testifican los 10 homicidios como promedio diario que ocurren en el país, según estadísticas oficiales.
En los últimos cinco días, Protección Civil atendió más de 600 casos, de ellos 70 están relacionados con fallecimientos por distintas cuasas.
La mayor parte de esas muertes, 34, corresponden a homicidios con armaS de fuego, destaca la entidad.
Un estudio del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, revela que la circulación de armas de fuego contribuyen y forman parte de la cultura de violencia de la nación.
La investigación destaca que en El Salvador existen más de 400 mil armas en manos de civiles, por lo que una de cada diez personas mayores de trece años posee alguna.
También, destacó el representante de Protección Civil, sólo desde la tarde del martes hasta la mañana de ayer el incremento de asesinatos por armas blancas fue de ocho.
Martínez explicó que los homicidios se incrementaron de 64 a 70 en relación con el 2005, en la misma fecha.
Diversas organizaciones de la sociedad civil advierten que la desintegración familiar, el excesivo consumo de bebidas alcohólicas y drogas, las pandillas, el desempleo, el estrés y la desesperanza de los salvadoreños son algunas causas de esta situación.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, sólo en el 2003 la violencia le costó al país mil 717 millones de dólares, el equivalente al 11,5 por ciento del Producto Interno Bruto, y desde esa fecha hasta hoy las cifras siguen en ascenso.
Estos indicadores se disparan en los festejos de Semana Santa, por lo que el Ministerio de gobernación, la Policía Nacional Civil (PNC), y el Sistema Nacional, integrado por diferentes cuerpos de socorro, estiman que esos hechos violentos aumenten a partir de hoy.
En 2005, los cómputos finales de muertos registrados por esta época reflejaron 64 por armas de fuego, 19 por arma blanca, 47 por accidentes de tránsito y 36 ahogados.
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