miércoles, noviembre 08, 2006

"Triunfo sandinista da nuevas energías al FMLN”: Roberto Lorenzana

Co-Latino

El vicepresidente de la Asamblea Legislativa, Roberto Lorenzana, es de los pocos dirigentes del Frente que no fueron a Nicaragua y tuvo que celebrar en el país el triunfo del partido de izquierda que más vínculos históricos y actuales tiene con el FMLN: el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que, con Daniel Ortega a la cabeza, retorna al poder Ejecutivo después de 16 años de haberlo dejado y luego de tres derrotas electorales consecutivas.

Lorenzana expresó a Diario Co Latino su entusiasmo por la victoria sandinista y explicó el significado del retorno de Ortega al gobierno nicaragüense. “El triunfo sandinista regocija al FMLN”, manifestó, “no sólo por las nuevas energías que da a nuestra militancia, sino también porque es una derrota para la derecha centroamericana y para el intervencionismo del gobierno estadounidense”.


El diputado de izquierda sostiene que con el triunfo sandinista se fortalecerá la integración centroamericana y los beneficios del ALBA alcanzarán a los pueblos de los países centroamericanos. También afirmó que el Frente tomará las enseñanzas de las estrategias que permitieron ganar a los sandinistas. “La dirección del partido ya formó una equipo que trabaja en la concreción de una gran alianza social y política”, manifestó

¿Qué significa para ustedes el retorno de Daniel Ortega al poder, partiendo de los vínculos que desde los años ochenta tiene el FMLN con el Frente Sandinista?

Nosotros nos regocijamos con la victoria del Frente Sandinista, porque constituye una derrota no sólo para la derecha nicaragüense, sino también para las fuerzas conservadoras de Centroamérica y para la injerencia del gobierno de Estados Unidos que, a pesar de manifestarse en procesos electorales anteriores, está vez se mostró con mayor intensidad.

¿ARENA también intervino?

Nosotros tenemos información sobre la participación no sólo de algunos expresidentes que trabajaron para intentar unificar a la derecha de Nicaragua, sino también de centenares de militantes que actuaron como activistas del candidato Eduardo Montealegre. Así que todos los esfuerzos de la derecha de la región fracasaron. La otra lectura que hacemos es que el nuevo ciclo de la izquierda viene avanzando de Sur América hacia Centroamérica, hasta hace poco parecía que nuestra región estaba al margen del proceso de ascenso y consolidación de la izquierda que se vive en el sur del continente, pero ahora un partido de izquierda centroamericano triunfa por primera vez en este nuevo escenario. Esto va a desatar nuevas energías en el resto de la región centroamericana, porque la experiencia nos indica que los procesos en nuestros países se entrelazan, lo cual sugiere que lo menos que podemos esperar es que el proceso electoral salvadoreño adquiera un mayor dinamismo. Eso lo sabe también la derecha y todas las fuerzas políticas.

¿Puede reeditarse aquella consigna ‘si Nicaragua venció El Salvador vencerá’?

Pensamos que eso es una posibilidad real, porque los tiempos para la izquierda ya están llegando a Centroamérica de nuevo; lo que tenemos es una nueva carga de energía y de entusiasmo de nuestra militancia por lo que ha sucedido en Nicaragua. Nosotros vamos a analizar con serenidad lo actuado por el Frente Sandinista, que implementó una política de alianzas con diversos sectores y pudo contrarrestar el temor que generó la derecha contra el pueblo nicaragüense en las fábricas, con los llamados a los nicaragüenses que envían remesas, la amenaza de la guerra y otras estrategias que ARENA ha utilizado contra la población salvadoreña.

El triunfo de Ortega fue facilitado por dos factores claves: las alianzas con sectores no sandinistas y por la división en la derecha, ¿cree que eso mismo podría hacer el FMLN en El Salvador?

La división en la derecha es un proceso objetivo de contradicciones en su interior que no sólo fue aprovechado por el Frente Sandinista, sino que fue profundizado; esto, porque los acuerdos de los sandinistas con una parte de la derecha no sólo permitieron la reforma electoral que facilitó el gane de Ortega, sino que llevó a que se presentaran dos candidatos de la derecha. Esto fue lo que permitió al FSLN llevar a cabo una estrategia electoral acertada, que dio el resultado que ya conocemos y que a estas alturas ya es irreversible. Ahora, la realidad salvadoreña en este aspecto es distinta, pero creo que debemos aprender a sacar provecho de las contradicciones en el campo del adversario.

¿Y en lo referente a las alianzas?

El FMLN tiene una política de alianzas y está buscando entendimientos con todos los sectores, la dirección del partido ha tomado la iniciativa y ha conformado un equipo para establecer diálogos que conduzcan a las alianzas sectoriales necesarias para construir una gran correlación social y política que nos permita ganar las elecciones en el 2009. La experiencia sandinista vamos a estudiarla para determinar qué podemos aplicar en nuestra realidad.

Al FMLN le van a beneficiar o perjudicar los resultados del gobierno sandinista, ¿cuál sería el mejor apoyo de Ortega para ustedes?

Sabemos que una mala gestión del gobierno sandinista nos afectaría negativamente, pero confiamos en que después de la experiencia que ellos tuvieron, la profunda reflexión que han hecho, los entendimientos amplios que alcanzaron y la construcción de un programa consensuado de gobierno les va a permitir realizar una gestión muy acertada. Esperamos que en su política regional, los sandinistas opten por dar un impulso distinto a la integración de Centroamérica, y que las relaciones con el gobierno de Estados Unidos se desarrollen en un marco de respeto mutuo, donde prevalezca la soberanía de Nicaragua y la no intromisión estadounidense.

Además de la integración centroamericana, ¿será posible que nuestra región tenga alguna perspectiva de incorporarse al proceso de integración impulsado desde Suramérica, especialmente desde Venezuela?

Los sandinistas han expresado su pleno interés de incorporase al ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas) impulsado por Venezuela, Brasil, Cuba, Bolivia…, y Nicaragua con los sandinistas entrará a ese proceso de integración solidaria de los pueblos de América Latina.

¿El proyecto de ustedes de traer combustibles a precios bajos desde Venezuela, podría facilitarse con el gobierno sandinista?, le pregunto porque pienso que PDVSA podría instalarse en Nicaragua…

No es una condición determinante para concretar el proyecto, porque puede hacerse aún si los sandinistas no hubieran llegado al poder; sin embargo, no hay dudas de que las condiciones ahora son favorables no sólo para traer combustibles a El Salvador sino para extender el proyecto a toda Centroamérica si se establece una filial de PDVSA en Nicaragua.

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