El Salvador, 13 mar (PL) Por su programa de gobierno y su carisma como comunicador, Mauricio Funes ha logrado sembrar en los salvadoreños la confianza en un nuevo rumbo del país, de conseguir la presidencia como candidato del Frente Farabundo Martí.
Para una buena parte de los ciudadanos se trata de una figura conocida, que durante años compartió un espacio en cada hogar desde las pantallas del televisor, donde desempeñó la casi totalidad de su vida profesional.
Licenciado en Letras en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), dirigida por la congregación de los jesuitas, inició su práctica como reportero del estatal canal 10 en 1986.
En 1987 ingresó al canal 12 de la televisión abierta como reportero del noticiero Al Día, donde se mantuvo hasta 1991 cuando renunció para fundar el Centro de Audiovisuales de la UCA.
Ese mismo año comenzó a colaborar con la cadena estadounidense CNN como corresponsal en El Salvador, lo cual le sirvió para proyectarse también en el ámbito internacional.
Funes volvió a canal 12 en 1992 como director editorial y conductor del programa “La entrevista al día”, desde donde sus agudas críticas a los gobiernos de Armando Calderón Sol, Francisco Flores y Antonio Saca le granjearon las simpatías de la audiencia.
En particular se destacó por señalar actos de corrupción, la ineficacia administrativa y por mantener una activa defensa de la población en sus reclamos de mejores condiciones de vida.
Con el pretexto de que había dado un giro muy marcado hacia la izquierda, la empresa –ya en manos del emporio mexicano TV Azteca- lo despidió en 2005.
Nació entonces “La Entrevista con Mauricio Funes” por los canales 15 y 21 y una red de radios comunitarias y pronto se convirtió en el espacio más visto y escuchado en todo El Salvador.
Cuando en septiembre de 2007 informa su designación como candidato por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ya era reconocido como un profesional objetivo, valiente y conocedor de la realidad de su país y del mundo.
El 11 de noviembre de ese año fue proclamado junto a su compañero de fórmula, Salvador Sánchez Cerén, en un impresionante acto celebrado en el estadio Cuscatlán, abarrotado por más de 80 mil personas.
Allí propuso construir una sociedad sin pobreza en un sistema humanizado, con empresas nacionales y extranjeras que cumplan sus obligaciones fiscales y laborales y se comprometan a erradicar la corrupción como práctica y el enriquecimiento ilícito como meta.
También planteó la necesidad de un Estado digno y soberano, con capacidad de ejercer la libre autodeterminación en sus relaciones políticas, comerciales y sociales con la comunidad internacional.
Funes ofreció una nación sin violencia, con seguridad social, alimentaria y jurídica y con igualdad de oportunidades para los cientos de miles de ciudadanos a quienes no les queda otra salida que el autoexilio de la emigración.
El programa para un nuevo El Salvador también contiene un proyecto para enfrentar las consecuencias de la crisis económica mundial, las cuales pueden ser graves en un país sin moneda nacional y bajo la influencia total del dólar estadounidense.
Desde la proclamación de la fórmula presidencial, el Frente ha marchado a la cabeza de casi todas las encuestas electorales, tendencia que se mantiene a pocas horas de los comicios.
La situación, sin embargo, es complicada, pues en el horizonte se alzan los nubarrones de una campaña sucia, plagada de mentiras y agresiones por parte de la Alianza Republicana Nacionalista.
Al poder de su dinero, el partido de gobierno suma los recursos del Estado, el favor de los grandes medios de comunicación y la parcialidad de las instituciones.
Para el FMLN el gran reto de este domingo es lograr una movilización masiva hacia las urnas para transformar la preferencia electoral en votos y alcanzar un gobierno que le de un rumbo nuevo a un país agotado y sin salidas bajo el modelo actual.
Para una buena parte de los ciudadanos se trata de una figura conocida, que durante años compartió un espacio en cada hogar desde las pantallas del televisor, donde desempeñó la casi totalidad de su vida profesional.
Licenciado en Letras en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), dirigida por la congregación de los jesuitas, inició su práctica como reportero del estatal canal 10 en 1986.
En 1987 ingresó al canal 12 de la televisión abierta como reportero del noticiero Al Día, donde se mantuvo hasta 1991 cuando renunció para fundar el Centro de Audiovisuales de la UCA.
Ese mismo año comenzó a colaborar con la cadena estadounidense CNN como corresponsal en El Salvador, lo cual le sirvió para proyectarse también en el ámbito internacional.
Funes volvió a canal 12 en 1992 como director editorial y conductor del programa “La entrevista al día”, desde donde sus agudas críticas a los gobiernos de Armando Calderón Sol, Francisco Flores y Antonio Saca le granjearon las simpatías de la audiencia.
En particular se destacó por señalar actos de corrupción, la ineficacia administrativa y por mantener una activa defensa de la población en sus reclamos de mejores condiciones de vida.
Con el pretexto de que había dado un giro muy marcado hacia la izquierda, la empresa –ya en manos del emporio mexicano TV Azteca- lo despidió en 2005.
Nació entonces “La Entrevista con Mauricio Funes” por los canales 15 y 21 y una red de radios comunitarias y pronto se convirtió en el espacio más visto y escuchado en todo El Salvador.
Cuando en septiembre de 2007 informa su designación como candidato por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ya era reconocido como un profesional objetivo, valiente y conocedor de la realidad de su país y del mundo.
El 11 de noviembre de ese año fue proclamado junto a su compañero de fórmula, Salvador Sánchez Cerén, en un impresionante acto celebrado en el estadio Cuscatlán, abarrotado por más de 80 mil personas.
Allí propuso construir una sociedad sin pobreza en un sistema humanizado, con empresas nacionales y extranjeras que cumplan sus obligaciones fiscales y laborales y se comprometan a erradicar la corrupción como práctica y el enriquecimiento ilícito como meta.
También planteó la necesidad de un Estado digno y soberano, con capacidad de ejercer la libre autodeterminación en sus relaciones políticas, comerciales y sociales con la comunidad internacional.
Funes ofreció una nación sin violencia, con seguridad social, alimentaria y jurídica y con igualdad de oportunidades para los cientos de miles de ciudadanos a quienes no les queda otra salida que el autoexilio de la emigración.
El programa para un nuevo El Salvador también contiene un proyecto para enfrentar las consecuencias de la crisis económica mundial, las cuales pueden ser graves en un país sin moneda nacional y bajo la influencia total del dólar estadounidense.
Desde la proclamación de la fórmula presidencial, el Frente ha marchado a la cabeza de casi todas las encuestas electorales, tendencia que se mantiene a pocas horas de los comicios.
La situación, sin embargo, es complicada, pues en el horizonte se alzan los nubarrones de una campaña sucia, plagada de mentiras y agresiones por parte de la Alianza Republicana Nacionalista.
Al poder de su dinero, el partido de gobierno suma los recursos del Estado, el favor de los grandes medios de comunicación y la parcialidad de las instituciones.
Para el FMLN el gran reto de este domingo es lograr una movilización masiva hacia las urnas para transformar la preferencia electoral en votos y alcanzar un gobierno que le de un rumbo nuevo a un país agotado y sin salidas bajo el modelo actual.
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