San Salvador, 19 mar (PL) Luego de tres décadas de lucha militar y política, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) logró la victoria electoral y con ello se abren hoy las puertas para la construcción de un nuevo El Salvador.
El triunfo este 15 de marzo de los candidatos a la presidencia y vicepresidencia, Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, respectivamente, es considerado el acontecimiento más importante de la vida de la pequeña nación centroamericana.
A pesar de las campañas negras, las descalificaciones contra ambos aspirantes, del fraude y las amenazas, el Frente logró imponerse con 51,32 por ciento de los votos, contra 48,68 de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
En una entrevista exclusiva para Prensa Latina, el coordinador general del FMLN, Medardo González, explica el proceso que permitió a esa organización alcanzar el poder.
“Hay una última fase en este recorrido y es cuando en diciembre de 2006, en una convención nacional, lanzamos un manifiesto donde planteábamos que el pueblo ansiaba un nuevo rumbo ante la insostenible situación económica, política y social”, explica.
En ese momento –recuerda- hicimos un llamado a la unidad de todos aquellos que querían un cambio, y el partido expresa la disposición de construir esa fuerza. “Ese fue un arranque importante para nosotros”, afirma.
Un aspecto importante fue la búsqueda de una candidatura que permitiera sumar otros sectores más allá del voto del FMLN, un trabajo que duró un año y culminó en noviembre de 2007 cuando se presentó la postulación de Funes.
“Esas fueron cuestiones fundamentales para alcanzar el propósito de quitar el poder a la oligarquía, iniciar un proceso de transformaciones políticas y terminar con el avance del neoliberalismo en nuestro país”, declaró González.
El programa de gobierno del FMLN, que fue consensuado con la sociedad, plantea entre sus prioridades enfrentar la actual crisis internacional, la cual tiene mayores impactos en El Salvador por su dependencia de Estados Unidos.
En la actualidad, las remesas familiares constituyen el 19 por ciento del Producto Interno Bruto, prácticamente una quinta parte del ingreso nacional, afirmó González.
Otro objetivo es iniciar el camino al desarrollo con equidad, darle cumplimiento a los acuerdos de paz firmados en 1992 y fortalecer el papel del Estado.
Como ejemplo citó el caso del puerto de Cutuco, en el departamento de La Unión, que ARENA pretendía entregarlo a una compañía extranjera por 30 años y ahora se prevé manejarlo por una empresa en la que el Estado tenga el 51 por ciento de las acciones.
Ello le permitiría beneficiarse de ese patrimonio y alcanzar la soberanía necesaria en el manejo de los recursos.
La llegada al gobierno del FMLN implicará también cambios en la política exterior y una diversificación de las relaciones diplomáticas y comerciales con otros países que –en opinión de González- se han quedado estancadas.
“Para nosotros es de vital importancia establecer rápidamente vínculos con Cuba y darle el nivel correspondiente a las relaciones con Venezuela”, declaró.
González agradeció a todos los partidos y pueblos que ayudaron de manera desinteresada a esta gran lucha de décadas en su país hasta alcanzar el poder.
El coordinador general del FMLN dedicó el triunfo al líder histórico de la organización, Schafik Handal, fallecido en 2006, y a todos los compañeros caídos durante este esfuerzo iniciado desde los años 80.
La victoria, además de una tremenda satisfacción personal y una alegría para el pueblo, significa –dijo- que hemos cumplido y entramos en la lucha por la construcción de un nuevo El Salvador.
El triunfo este 15 de marzo de los candidatos a la presidencia y vicepresidencia, Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, respectivamente, es considerado el acontecimiento más importante de la vida de la pequeña nación centroamericana.
A pesar de las campañas negras, las descalificaciones contra ambos aspirantes, del fraude y las amenazas, el Frente logró imponerse con 51,32 por ciento de los votos, contra 48,68 de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
En una entrevista exclusiva para Prensa Latina, el coordinador general del FMLN, Medardo González, explica el proceso que permitió a esa organización alcanzar el poder.
“Hay una última fase en este recorrido y es cuando en diciembre de 2006, en una convención nacional, lanzamos un manifiesto donde planteábamos que el pueblo ansiaba un nuevo rumbo ante la insostenible situación económica, política y social”, explica.
En ese momento –recuerda- hicimos un llamado a la unidad de todos aquellos que querían un cambio, y el partido expresa la disposición de construir esa fuerza. “Ese fue un arranque importante para nosotros”, afirma.
Un aspecto importante fue la búsqueda de una candidatura que permitiera sumar otros sectores más allá del voto del FMLN, un trabajo que duró un año y culminó en noviembre de 2007 cuando se presentó la postulación de Funes.
“Esas fueron cuestiones fundamentales para alcanzar el propósito de quitar el poder a la oligarquía, iniciar un proceso de transformaciones políticas y terminar con el avance del neoliberalismo en nuestro país”, declaró González.
El programa de gobierno del FMLN, que fue consensuado con la sociedad, plantea entre sus prioridades enfrentar la actual crisis internacional, la cual tiene mayores impactos en El Salvador por su dependencia de Estados Unidos.
En la actualidad, las remesas familiares constituyen el 19 por ciento del Producto Interno Bruto, prácticamente una quinta parte del ingreso nacional, afirmó González.
Otro objetivo es iniciar el camino al desarrollo con equidad, darle cumplimiento a los acuerdos de paz firmados en 1992 y fortalecer el papel del Estado.
Como ejemplo citó el caso del puerto de Cutuco, en el departamento de La Unión, que ARENA pretendía entregarlo a una compañía extranjera por 30 años y ahora se prevé manejarlo por una empresa en la que el Estado tenga el 51 por ciento de las acciones.
Ello le permitiría beneficiarse de ese patrimonio y alcanzar la soberanía necesaria en el manejo de los recursos.
La llegada al gobierno del FMLN implicará también cambios en la política exterior y una diversificación de las relaciones diplomáticas y comerciales con otros países que –en opinión de González- se han quedado estancadas.
“Para nosotros es de vital importancia establecer rápidamente vínculos con Cuba y darle el nivel correspondiente a las relaciones con Venezuela”, declaró.
González agradeció a todos los partidos y pueblos que ayudaron de manera desinteresada a esta gran lucha de décadas en su país hasta alcanzar el poder.
El coordinador general del FMLN dedicó el triunfo al líder histórico de la organización, Schafik Handal, fallecido en 2006, y a todos los compañeros caídos durante este esfuerzo iniciado desde los años 80.
La victoria, además de una tremenda satisfacción personal y una alegría para el pueblo, significa –dijo- que hemos cumplido y entramos en la lucha por la construcción de un nuevo El Salvador.
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