(PL) El ministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Milton Jiménez, reveló hoy que su país investiga el alcance de la inclusión de El Salvador como socio estratégico en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, anunció el viernes último, tras un encuentro con su colega estadounidense, George W. Bush, que su país será incorporado como esa categoría a la OTAN.
Jiménez explicó que ese tipo de unión es una decisión de El Salvador, pero se impone hacer un estudio de cuáles pueden ser las consecuencias.
Según análisis político-militares, la vecina nación asume una postura que la convierte en una "seria amenaza para la seguridad y la paz de la región" por el poderío bélico al que tendría acceso.
El ex comandante general de la Fuerza Aérea Roberto Mendoza Garay advirtió que el ejército salvadoreño podrá comprar armamento de avanzada, como misiles o aviones con la ayuda económica de Washington que de otra forma no podría obtener.
Asimismo, las autoridades hondureñas insisten en que esa fuerza militar multinacional pondrá a disposición de su nuevo aliado, vía financiamiento, parte de su poderoso arsenal.
La OTAN nació en 1949, mediante un pacto con el pretexto de dar un equilibrio militar y político a las fuerzas de las naciones de Europa frente al surgimiento del bloque de países socialistas.
Sin embargo, a pesar de la desintegración de la Unión Soviética, y la caída de ese bloque, la OTAN pasó a desempeñar un supuesto papel estratégico para contrarrestar una posible ofensiva hacia Europa y Estados Unidos de países asiáticos.
La política de extensión de la OTAN es exclusiva para los países de Europa afiliados en calidad de integrantes del órgano, mientras que los extracontinentales que sean incorporados se les categorizarán como aliados estratégicos no miembros.
Esa condición es concedida con el beneplácito de Estados Unidos como reciprocidad a alguna colaboración que haya prestado algún país en operaciones intervencionistas.
El Salvador es el único de Latinoamérica que apoya con tropas la intervención anglo-norteamericana en Iraq, acción que provoca el rechazo de organizaciones políticas, religiosas y sociales.
El ex comandante Mendoza aseguró que Honduras tiene que preocuparse porque si su vecino tiene el apoyo tecnológico, el entrenamiento y equipamiento adecuados se volverá una amenaza para cualquier estado de Centroamérica.
Afirmó que sólo es cuestión de tiempo, porque en uno o dos años, las Fuerzas Armadas de El Salvador estarán en condiciones superiores para crear un desbalance de fuerzas en la región.
"El desbalance es significativo, el entrenamiento es caro, muy, muy caro; el acceso a tecnología es mucho más caro que el entrenamiento, y muchas veces está vedado por situaciones geopolíticas", subrayó Mendoza Garay.
Honduras es el país que podría correr mayor riesgo de un rearmamiento salvadoreño, debido a que la demarcación de la frontera entre ésta y esa nación no ha sido concluida.
La Corte Internacional de Justicia, en la Haya, Holanda, falló en 1992 a favor de Honduras para la recuperación de la mayoría de los territorios fronterizos en disputa con El Salvador desde 1969, pero por tácticas dilatorias de ese país no se ha ejecutado la sentencia.
El canciller afirmó que el gobierno emitirá un comunicado oficial, en el cual dará a conocer su posición, según los resultados del estudio que se haga de ese espinoso tema.
El presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, anunció el viernes último, tras un encuentro con su colega estadounidense, George W. Bush, que su país será incorporado como esa categoría a la OTAN.
Jiménez explicó que ese tipo de unión es una decisión de El Salvador, pero se impone hacer un estudio de cuáles pueden ser las consecuencias.
Según análisis político-militares, la vecina nación asume una postura que la convierte en una "seria amenaza para la seguridad y la paz de la región" por el poderío bélico al que tendría acceso.
El ex comandante general de la Fuerza Aérea Roberto Mendoza Garay advirtió que el ejército salvadoreño podrá comprar armamento de avanzada, como misiles o aviones con la ayuda económica de Washington que de otra forma no podría obtener.
Asimismo, las autoridades hondureñas insisten en que esa fuerza militar multinacional pondrá a disposición de su nuevo aliado, vía financiamiento, parte de su poderoso arsenal.
La OTAN nació en 1949, mediante un pacto con el pretexto de dar un equilibrio militar y político a las fuerzas de las naciones de Europa frente al surgimiento del bloque de países socialistas.
Sin embargo, a pesar de la desintegración de la Unión Soviética, y la caída de ese bloque, la OTAN pasó a desempeñar un supuesto papel estratégico para contrarrestar una posible ofensiva hacia Europa y Estados Unidos de países asiáticos.
La política de extensión de la OTAN es exclusiva para los países de Europa afiliados en calidad de integrantes del órgano, mientras que los extracontinentales que sean incorporados se les categorizarán como aliados estratégicos no miembros.
Esa condición es concedida con el beneplácito de Estados Unidos como reciprocidad a alguna colaboración que haya prestado algún país en operaciones intervencionistas.
El Salvador es el único de Latinoamérica que apoya con tropas la intervención anglo-norteamericana en Iraq, acción que provoca el rechazo de organizaciones políticas, religiosas y sociales.
El ex comandante Mendoza aseguró que Honduras tiene que preocuparse porque si su vecino tiene el apoyo tecnológico, el entrenamiento y equipamiento adecuados se volverá una amenaza para cualquier estado de Centroamérica.
Afirmó que sólo es cuestión de tiempo, porque en uno o dos años, las Fuerzas Armadas de El Salvador estarán en condiciones superiores para crear un desbalance de fuerzas en la región.
"El desbalance es significativo, el entrenamiento es caro, muy, muy caro; el acceso a tecnología es mucho más caro que el entrenamiento, y muchas veces está vedado por situaciones geopolíticas", subrayó Mendoza Garay.
Honduras es el país que podría correr mayor riesgo de un rearmamiento salvadoreño, debido a que la demarcación de la frontera entre ésta y esa nación no ha sido concluida.
La Corte Internacional de Justicia, en la Haya, Holanda, falló en 1992 a favor de Honduras para la recuperación de la mayoría de los territorios fronterizos en disputa con El Salvador desde 1969, pero por tácticas dilatorias de ese país no se ha ejecutado la sentencia.
El canciller afirmó que el gobierno emitirá un comunicado oficial, en el cual dará a conocer su posición, según los resultados del estudio que se haga de ese espinoso tema.
1 comentario:
Pero Saca cree que todos debemos sentirnos orgullosos!
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