Co-Latino. José Alfonso Ramos Sandoval, de 47 años fue el primero en salir de la sala de arribos, del aeropuerto Internacional de El Salvador, en Comalapa, departamento de la Paz, este viernes, junto a otros 86 salvadoreños procedente de Venezuela, después de haber sido intervenidos quirúrgicamente por problemas en la vista, en el marco de la “Operación Milagro”.
El vuelo procedente de Venezuela, llegó a las 11:40 p.m. al aeropuerto, pero llenar los documentos migratorios, retrasó, cerca de media hora, la salida de los más de 80 salvadoreños que procedían del país suramericano.
Ramos, al igual que los demás, partieron hace unos días a Venezuela, a recibir atención médica bajo el programa “Misión Milagro”, el cual impulsa el gobierno del Presidente Hugo Chávez, en conjunto con Cuba, para atender oftalmológicamente a latinoamericanos de escasos recursos. Este hombre de apariencia humilde fue recibido a las 00:03 a.m. de esta madrugada, por sus familiares y amigos que habían esperado pacientemente en la sala.
Ramos padecía, desde hace 5 años, un problema en sus ojos (pterigión), y fue operado el pasado 20 de febrero en la nación suramericana. “Excelente trato”, fue la frase con la cual este hombre resumió la atención médica recibida en Venezuela, sin costo alguno, junto a las otras personas que fueron operadas por cataratas y otros problemas visuales. Ramos Sandoval y sus compañeros coincidieron en que la atención médica no se compara a la que se recibe en El Salvador, donde se tiene que esperar por años para una operación de éstas.
“Allá toda la atención es en beneficio para el pueblo, a nosotros el mismo día que llegamos nos hicieron las placas, exámenes de sangre, electrocardiogramas, por lo menos eso vi yo… eso fue el sábado, el domingo operaron a la mayoría que llevaban cataratas y el lunes los que padecíamos de pterigión”, relató.
Igual satisfacción expresaron Ester Hernández viuda de Santos y Próspero Bautista, de 62 y 65 años de edad, respectivamente, quienes aseguraron que este programa les da una luz de esperanza a las personas con problemas visuales y de escasos recursos. Ester Hernández señaló que su tratamiento médico aquí en el país, en uno de sus ojos costaba $400.
“No los podía reunir fácilmente, pero hace poco leí en el periódico, sobre la Misión Milagro y gracias a Dios pude accesar al programa… y ahora ya estamos operados”, dijo. Ramos y otros pacientes estuvieron en el Estado de Aragua, de la ciudad de Maracaibo; algunos de los pacientes fueron operados en distintos centros hospitalarios venezolanos como el Morita y el Militar, entre otros.
Los familiares
Adela Ester Mirón se encontraba esperando desde las once de la noche, la llegada de su compañero de vida, Carlos Humberto Canales, sometido a una operación de cataratas en ambos ojos.
«Después de un año atrás, de consultas infructuosas, por el diagnóstico médico y no contar con el dinero para someterse a una intervención quirúrgica, nos mantuvo en la incertidumbre de que Carlos quedaría ciego de por vida», señaló Mirón.
Esta familia se enteró de la noticia, cuando un amigo les contó lo que estaba pasando, así que hablaron con gente del partido FMLN y ellos le asesoraron para tramitar su viaje.
Adela afirmó que tras la operación, Carlos tendrá que guardar una serie de requerimientos médicos, por los próximos 60 días, para reanudar su vida normalmente.
“Todo fue tan rápido y milagroso”, dijo Mirón. Muchos de los familiares afirmaron que los costos de la operación que, oscilan entre los 300 a 600 dólares, y que no están al alcance de muchos, fueron los motivos principales para buscar ayuda.
“Operación Milagro”
María Eugenia Silva, Encargada de Negocios de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en el país, dijo que la “Operación Milagro” se constituye en una ayuda solidaria y de largo plazo, para toda Latinoamérica.“Este proyecto que se realiza entre Venezuela y Cuba, es un gesto de solidaridad con las personas de escasos recursos que necesitan de asistencia médica.
Haremos tantos viajes en este año, como los demanden, tenemos la meta de atender a seis millones de latinoamericanos”, aseguró Silva. La “Operación Milagro” tiene un plazo de diez años y se enmarca en Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), como una contribución de buena voluntad.
El vuelo procedente de Venezuela, llegó a las 11:40 p.m. al aeropuerto, pero llenar los documentos migratorios, retrasó, cerca de media hora, la salida de los más de 80 salvadoreños que procedían del país suramericano.
Ramos, al igual que los demás, partieron hace unos días a Venezuela, a recibir atención médica bajo el programa “Misión Milagro”, el cual impulsa el gobierno del Presidente Hugo Chávez, en conjunto con Cuba, para atender oftalmológicamente a latinoamericanos de escasos recursos. Este hombre de apariencia humilde fue recibido a las 00:03 a.m. de esta madrugada, por sus familiares y amigos que habían esperado pacientemente en la sala.
Ramos padecía, desde hace 5 años, un problema en sus ojos (pterigión), y fue operado el pasado 20 de febrero en la nación suramericana. “Excelente trato”, fue la frase con la cual este hombre resumió la atención médica recibida en Venezuela, sin costo alguno, junto a las otras personas que fueron operadas por cataratas y otros problemas visuales. Ramos Sandoval y sus compañeros coincidieron en que la atención médica no se compara a la que se recibe en El Salvador, donde se tiene que esperar por años para una operación de éstas.
“Allá toda la atención es en beneficio para el pueblo, a nosotros el mismo día que llegamos nos hicieron las placas, exámenes de sangre, electrocardiogramas, por lo menos eso vi yo… eso fue el sábado, el domingo operaron a la mayoría que llevaban cataratas y el lunes los que padecíamos de pterigión”, relató.
Igual satisfacción expresaron Ester Hernández viuda de Santos y Próspero Bautista, de 62 y 65 años de edad, respectivamente, quienes aseguraron que este programa les da una luz de esperanza a las personas con problemas visuales y de escasos recursos. Ester Hernández señaló que su tratamiento médico aquí en el país, en uno de sus ojos costaba $400.
“No los podía reunir fácilmente, pero hace poco leí en el periódico, sobre la Misión Milagro y gracias a Dios pude accesar al programa… y ahora ya estamos operados”, dijo. Ramos y otros pacientes estuvieron en el Estado de Aragua, de la ciudad de Maracaibo; algunos de los pacientes fueron operados en distintos centros hospitalarios venezolanos como el Morita y el Militar, entre otros.
Los familiares
Adela Ester Mirón se encontraba esperando desde las once de la noche, la llegada de su compañero de vida, Carlos Humberto Canales, sometido a una operación de cataratas en ambos ojos.
«Después de un año atrás, de consultas infructuosas, por el diagnóstico médico y no contar con el dinero para someterse a una intervención quirúrgica, nos mantuvo en la incertidumbre de que Carlos quedaría ciego de por vida», señaló Mirón.
Esta familia se enteró de la noticia, cuando un amigo les contó lo que estaba pasando, así que hablaron con gente del partido FMLN y ellos le asesoraron para tramitar su viaje.
Adela afirmó que tras la operación, Carlos tendrá que guardar una serie de requerimientos médicos, por los próximos 60 días, para reanudar su vida normalmente.
“Todo fue tan rápido y milagroso”, dijo Mirón. Muchos de los familiares afirmaron que los costos de la operación que, oscilan entre los 300 a 600 dólares, y que no están al alcance de muchos, fueron los motivos principales para buscar ayuda.
“Operación Milagro”
María Eugenia Silva, Encargada de Negocios de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en el país, dijo que la “Operación Milagro” se constituye en una ayuda solidaria y de largo plazo, para toda Latinoamérica.“Este proyecto que se realiza entre Venezuela y Cuba, es un gesto de solidaridad con las personas de escasos recursos que necesitan de asistencia médica.
Haremos tantos viajes en este año, como los demanden, tenemos la meta de atender a seis millones de latinoamericanos”, aseguró Silva. La “Operación Milagro” tiene un plazo de diez años y se enmarca en Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), como una contribución de buena voluntad.
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