miércoles, febrero 22, 2006

DECLARACION DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

El pasado 14 de diciembre el Comité Político de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó un proyecto de resolución titulado "Necesidad de una condena internacional a los crímenes del comunismo", que será presentado el próximo 24 de enero en la primera sesión de la Asamblea para el año 2006.

El proyecto de resolución es un burdo documento de 10 páginas, que se inscribe como parte de la cruzada anticomunista que tiene lugar hoy en Europa, en particular en los países ex socialistas, con el propósito deliberado de excluir a las organizaciones comunistas de toda participación en la vida política de esos países.

El documento, partiendo del cuestionamiento y condena a la ideología comunista, intenta identificar a los principios de la lucha de clases y la dictadura del proletariado, como los instrumentos a través de los cuales se cometieron crímenes contra la humanidad.

En una comparación que solo puede ser explicada por el odio acérrimo de sus autores contra la existencia de una ideología que supone una alternativa al predominio del capital, compara al comunismo con el nazismo.

Por supuesto que el objetivo de esta nueva provocación no es el análisis histórico de la experiencia comunista del pasado siglo, sino que está dirigida a liquidar toda forma de resistencia al modelo hegemónico neoliberal que tanto la derecha como la socialdemocracia han hecho suyos en el viejo continente y que desde hace más de una década exportan a los países de la Europa Oriental.

No corresponde a los representantes del imperialismo y promotores de las grandes injusticias que genera la sociedad capitalista ser los jueces de esta experiencia.

Baste recordar que las suntuosas riquezas que hoy nos muestran las naciones capitalistas desarrolladas se han erigido sobre cientos de años de colonialismo y esclavitud, que garantizaron la expropiación y ultraje de las riquezas de las naciones del Tercer Mundo, que hoy en su gran mayoría sufren las consecuencias de tanto saqueo, crimen, abuso y explotación. Solo un mínimo de vergüenza y reconocimiento de tanto vasallaje, sería necesario para compensar al mundo subdesarrollado, que con modestos recursos podría resolver necesidades elementales de salud y educación.

Debemos recordar también que esa misma codicia conllevó a las guerras ínter imperialistas en la primera mitad del pasado siglo XX, que costaron la vida a millones de personas, además de ocasionar cuantiosos daños materiales. Cómo olvidar que la derrota del fascismo y el nazismo durante la segunda guerra mundial fue resultado del heroísmo de los pueblos de la ex Unión Soviética que perdió más de 20 millones de sus hijos luchando por librar a toda la humanidad de los horrores y garras del fascismo.

Posterior a estos conflictos bélicos, la esperanza de construir un mundo de paz animó el espíritu de creación de las Naciones Unidas, pero una vez más el imperialismo y la OTAN, en su empeño por aplastar la existencia del socialismo, desplegó una ofensiva político y militar por la cual hoy, cuando se supone han desaparecido la guerra fría y los "poderosos enemigos", las naciones ricas gastan más de un millón de millones de dólares en armamentos, correspondiendo la mitad de ese gasto a los EEUU, haciendo insegura la propia existencia de la vida humana en el Planeta.

A las presiones políticas y militares se ha unido la conformación de un sistema de instituciones internacionales que regulan el comercio y las finanzas, que junto a los centros de poder hegemónicos han impuesto el modelo neoliberal a escala planetaria, trayendo consigo una mayor profundización de las grandes desigualdades, la pobreza y la injusticia que caracterizan el mundo de hoy.

Afortunadamente los pueblos tienen memoria. Cómo olvidar hoy la persecución, encarcelamiento y asesinatos cometidos contra los que abrazaban las ideas comunistas durante la época del marcartismo, o del movimiento comunista y revolucionario en las naciones de Centroamérica y África, o las desapariciones, torturas y crímenes llevadas a cabo por las dictaduras latinoamericanas con el apoyo de la CIA a través de la "Operación Cóndor", denunciada y condenada este año en el Encuentro contra el Terrorismo desarrollado el mes de mayo en Cuba.

Dónde ha estado el Consejo de Europa cuando hace más de dos años los EEUU y sus aliados europeos, desconociendo a las Naciones Unidas y a toda la comunidad internacional, en primer lugar la voz de sus pueblos, llevaron a cabo la agresión y ocupación ilegal de Irak, que ha costado hasta la fecha la vida a más de 100 000 iraquíes, incluyendo niños y mujeres inocentes, y a más de 2 100 jóvenes norteamericanos.

Acaso no sería más objetivo y necesario condenar el Terrorismo de Estado que hoy practica el gobierno de los EEUU con la complacencia y complicidad de sus aliados, en primer lugar de la Unión Europa, que mientras condena a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos es incapaz de cuestionar y mucho menos condenar los abusos y tratos degradantes que los EEUU cometen contra los prisioneros en las cárceles de Irak, la existencia de un campo de concentración en que han convertido la ilegal Base Naval de Guantánamo, la utilización de bases militares en países de Europa para practicar la tortura y la realización de vuelos secretos en territorio europeo para transportar prisioneros de guerra.

Tampoco recordamos que el Consejo de Europa haya condenado la existencia de la salvaje y genocida política del Bloqueo contra Cuba, o se haya proclamado a favor de la liberación de los Cinco heroicos jóvenes cubanos que cumplen injusta condena en cárceles norteamericanas por luchar contra el Terrorismo y la Guerra que de manera impune tiene lugar desde territorio de los EEUU contra Cuba.

Es evidente que no tienen moral alguna las fuerzas políticas que intentan condenar a la ideología comunista y su experiencia histórica en países de Europa. Hacerlo, sería una confirmación de la tendencia xenófoba y excluyente que cada vez predomina más en las actuales instituciones europeas y una muestra elocuente de la decadencia que vive hoy el imperialismo a nivel internacional.

De aprobarse esta resolución en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, solo servirá de acicate para levantar nuevas trincheras y continuar con mayor decisión la batalla de las ideas que estamos librando por construir un mundo donde la justicia social y la solidaridad humana sean patrimonio de todos, y eso solo es posible con el Socialismo.

El Partido Comunista de Cuba condena enérgicamente la maniobra que oscuras manos han elaborado desde los bien financiados salones del Consejo de Europa y hace un llamado a los políticos responsables de la Asamblea Parlamentaria a unirse a la causa que simboliza la justicia y la verdad y rechazar el proyecto de resolución titulado "Necesidad de una condena internacional a los crímenes del comunismo", que les será presentado el próximo 24 de enero del 2006.

COMITÉ CENTRAL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

La Habana, enero 18 de 2006
"Año de la Revolución Energética en Cuba"


Reproducido por el Partido Comunista Congreso Extraordinario

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