jueves, diciembre 06, 2007

Primer Canadiense Incorporado A la Academia de Ciencias de Cuba

De izq. a derecha: Laureano Cardoso, Cónsul General de Cuba; Dr. Mamdouh Shoukri, Rector de la Universidad de York; Embajador de Cuba en Canadá Ernesto Santí Darias; Dra. Paula Wilson, Vice Presidente, York International.

De izq. a der. Embajador de Cuba en Canadá Ernesto Sentí Darias; Laureano Cardoso, Cónsul General de Cuba en Toronto entrega reconocimiento al Professor Lee Lorch (sentado) de la Univerisdad de York

Lee Lorch, matemático, activista

Por: Pastor Valle-Garay
Senior Scholar, Universidad de York


Toronto, Canadá – Lee Lorch, Profesor Emérito de la Universidad de York, universalmente reconocido como uno de los más prominentes matemáticos en la actualidad e infatigable defensor de los derechos de las minorías, de la mujer y de la soberanía de Cuba, fue oficialmente incorporado como Miembro Correspondiente de la Academia de Ciencias de Cuba este 5 de diciembre del 2007.

En el discurso de apertura de la elegante y emotiva ceremonia en el Salón Chancellor de la Universidad de York el Dr. Mamdouh Shoukri, Rector y Vice Canciller de la Universidad, agradeció a la Academia de Ciencias de Cuba el honor concedido al Profesor Lorch puntualizando el orgullo de la Universidad en compartir el distinguido nombramiento que por primera vez en los 146 años de existencia de la Academia de Ciencias se otorga a un canadiense.

Al rememorar sobre su brillante trayectoria científica, el Rector Shoukri enfatizó de igual manera la importancia del dedicado activismo del Profesor Lorch en la defensa de los derechos universales de las minorías y de la mujer, tanto en los Estados Unidos como en Canadá, añadiendo que el inquebrantable compromiso del Profesor Lorch simboliza los más nobles ideales humanitarios que conforman los cimientos y la tradición de los principios fundamentales de la Universidad.

Tanto la Dra. Paula Wilson, Vicepresidente de York Internacional, como el Dr. Man Wah Wong, Decano, Departamento de Matemáticas, hicieron hincapié en las extraordinarias contribuciones del Profesor Lorch en áreas de interés e investigaciones académicas relacionadas a las matemáticas que incluyen el Análisis Real, Funciones Especiales, Ecuaciones Diferenciales Ordinarias, Teoría de la Sumabilidad, Teoría de la Aproximación y Análisis de Fourier.

Ambos académicos señalaron que el Profesor Lorch es Miembro de Número de la Real Sociedad de Canadá, participante activo de los Comités de Ciencias Naturales, de la Sociedad de Matemáticas de Canadá, del Concejo Canadiense de Investigación en Ingeniería y de la Sociedad Americana de Matemáticas, labor que en 2007 le mereció el reconocimiento Yueh-Gin Gung de la Asociación de Matemáticas de América. En los años 60 y 70 el Profesor Lorch gestionó exitosamente el desarrollo de estrechos vínculos entre matemáticos de la antigua Unión Soviética y sus colegas de los países capitalistas que culminó con la visita de prominentes matemáticos soviéticos a Canadá y hoy continúa apoyando activamente a los matemáticos de los países en vías de desarrollo.

Acto seguido Ernesto A. Sentí Darias, Embajador de Cuba en Canadá, se dirigió al podio acompañado de Laureano Cardoso, Cónsul General de Cuba en Toronto, para hacer entrega oficial al Profesor Lorch del reconocimiento a nombre de la Academia de Ciencias de Cuba.

En palabras cargadas de emoción el Embajador Sentí Darias le recordó a la nutrida concurrencia, compuesta de Alicia, hija del Profesor Lorch, de numerosos colegas académicos, de parlamentarios y amigos que si bien entregaba merecido reconocimiento al distinguido homenajeado por sus logros científicos, los presentes deberían recordar que su activismo humanitario tuvo una tortuosa trayectoria en los Estados Unidos. El Profesor Lorch fue perseguido sin tregua por defender los derechos civiles de las minorías, particularmente de ciudadanos afro americanos y de la mujer. Como resultado de la persecución, entre ellas la de tratar de matricular a su pequeña hija Alicia en una escuela segregada para negros, fue expulsado de la docencia en varias universidades que hoy, irónicamente, le honran con Doctorados Honoris Causa.

Finalmente cuando el Congreso estadounidense le obligó a comparecer y a declarar ante el temible Comité de Actividades Anti Americanas, el Profesor Lorch decidió abandonar los Estados Unidos y exiliarse voluntariamente a la provincia de Alberta, Canadá, mudándose poco después a Ontario, donde comenzó a enseñar en la Universidad de York en 1968 y continuó defendiendo los derechos civiles de las minorías. En Canadá el Profesor Lorch ha demandado que Washington cese el embargo contra Cuba y en su debido tiempo condenado los ataques de la Casa Blanca contra Chile, Nicaragua, y Venezuela.

En Canadá, reiteró el Embajador Sentí Darias, ese mismo espíritu de comprensión y de respeto mutuo que ha permitido 62 años de ininterrumpidas relaciones entre Cuba y Canadá a pesar de las presiones de los gobiernos de turno en Washington, ha permitido también que el Profesor Lorch se sienta libre de ejercer en paz y exitosamente sus labores científicas y humanitarias. “En este espíritu de respeto por los derechos humanos y de admiración por sus logros científicos, es un honor y un privilegio presentarle al Profesor Lorch este honroso reconocimiento de parte de la Academia de Ciencias de Cuba.”

Visiblemente emocionado, con entrecortadas y elocuentes palabras, el homenajeado cerró el acto aceptando el honor, agradeciendo la presencia del Embajador, del Cónsul General, del Rector, de la Vicepresidente, de colegas y amigos y sobre todo la decisión de la prestigiosa Academia de Ciencias de Cuba de elegirle Miembro Correspondiente.

Reafirmando que aunque esté jubilado continuará desempeñando incansable la misión humanitaria que ya forma parte integral de su vida profesional y pública, el Profesor Lorch pidió que la concurrencia también continúe apoyando la campaña contra el embargo de Cuba y animó a los presentes a luchar contra las violaciones de los derechos humanos en cualquier lugar que ocurran. Palabras mayores, profundas del distinguido académico y ser humano extraordinario que acaba de cumplir los 92 años de edad. No se podía esperar menos.

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