jueves, enero 05, 2006

Michelle Bachelet: ¿UNA MADRE PARA CHILE?

El poder: ¿es siempre masculino?

Tomado de www.puntofinal.cl/ de Chile

Cuando Michelle Bachelet asumió la cartera de Defensa, su primera reunión con los altos mandos se inició con la siguiente declaración: "Soy socialista, agnóstica, separada y mujer… pero trabajaremos juntos".

La anécdota, que ha aparecido en algunos medios de comunicación, revela no sólo una realidad cultural compleja y discriminadora -viva en Chile desde las élites hasta las poblaciones y el campo-, sino también revela que Bachelet sabía perfectamente que ingresaba, en cierto modo como una infiltrada, en el corazón de la masculinidad.

No podía haber más diferencias. Una aparente brecha insondable separa la formación militar con la de una mujer militante socialista: una disparidad ideológica, cultural y, por cierto, de género.

Fue una mujer que no sólo ingresa en los núcleos más profundos de las Fuerzas Armadas, sino que entra para ser de cierta forma su superior -lo que es muy funcional, o en este caso disfuncional, a la lógica jerárquica militar-. La evaluación de su desempeño pudo haberse medido de muy diversas maneras, pero en la política moderna, de cara al espectador, hay sólo una que vale: la opinión pública modelada por los medios. Desde la cartera de Defensa, Michelle Bachelet pudo haber realizado un trabajo eficiente, pero el mayor valor ha sido haberlo hecho bien pese a su condición de mujer. Y es precisamente desde esta cartera que emerge como figura política catapultada de forma meteórica al primer lugar en todas las encuestas. Ocurre, podemos decir, un verdadero fenómeno cultural y político: una mujer socialista, hija de un general de la Fuerza Aérea, Alberto Bachelet, que fue torturado por sus compañeros de armas y que murió en la cárcel, detenida junto con su madre en la Villa Grimaldi por los militares, separada, como ella misma lo ha recordado, muta en figura política desde el centro de una institución masculina por definición. Salta a la batalla política -por usar una metáfora militar- desde el mismo ejército que casi la hace desaparecer, hace más de 30 años.

1 comentario:

telekinésicas dijo...

Encontré casualmente este blog...
soy chilena y en las próximas elecciones voy a votar por Michelle Bachelet, no por solidaridad de género, sino por las capacidades de esta candidata y su estilo de hacer política tan distinto al del candidato opositor.
En Chile se están enfrentando dos formas de ver un país, está la opción de los emergentes y porque no decirlo arribistas que creen que un buen empresario( rico gracias a los beneficios del gobierno de Pinochet)podría sacar adelante esta patria como si se tratara de una empresa de alimentos. Por otro lado está esta señora que nadie sabe cómo alcanzó tanta popularidad, con resabios hippies,separada y jefa de hogar,
inteligente y no muy buena oradora, que está rompiendo estructuras profundamente arraigadas en la clase política chilena.
Es de esperar que este 15 de enero triunfe el poder de las ideas sobre el poder del dinero que es una forma simplona de reflejar una lucha entre dos fuerzas aún más profundas que dan para una larga conversación.
www.demenciaacademica.blogspot.com