Violeta es fuerza tranquila. Diputada durante tres períodos con encomiable desempeño, cada vez más encomiable, en particular por sus aportes en la defensa del sistema nacional de salud pública; y actualmente Preside la Cuarta Secretaría de la Junta Directiva de la Asamblea Legislativa, donde goza del respeto de sus colegas, aun de los más recalcitrantes areneros. Miembra de la actual Comisión Política del FMLN y en períodos pasados. Doctora en Medicina y como tal, directora de organismos humanitarios dedicados a la protección de la salud de los sectores populares más desprovistos de recursos para protegerse de enfermedades curables. Pero, por encima de todo – sin lo cual la responsabilidad asumida en las funciones que tan someramente acabamos de describir no hubiese tenido ciertamente, ni la misma entereza ni la misma integridad – : fuerza tranquila. Fuerza tranquila construida en los años de la guerra del pueblo contra la opresión y el terrorismo de Estado (años 70, años 80)… esos años, dice Violeta, cuando “en el contacto cotidiano con la parte más humilde y más pobre de mi pueblo, allá en Chalatenango, forjé mis convicciones, allí donde quizá he sido más feliz en mi vida política”. Fuerza tranquila hoy, cuando afirma, aquí en esta entrevista, y no es cual quier consigna, que ¡En San Salvador vamos por más!.
Sabíamos, Violeta, que tú decidiste, tú y tu colectivo de trabajo, una vez confirmada candidata del FMLN a la Alcaldía de San Salvador, consultar a los capitalinos sobre sus problemas. ¿Cómo fue realizada esa consulta, y para qué?
Sabíamos, Violeta, que tú decidiste, tú y tu colectivo de trabajo, una vez confirmada candidata del FMLN a la Alcaldía de San Salvador, consultar a los capitalinos sobre sus problemas. ¿Cómo fue realizada esa consulta, y para qué?
V.M. “Hay algo en lo que mi colectivo de trabajo y yo desde un principio estuvimos de acuerdo: si bien es cierto, dijimos, que es la primera vez que se va a hacer una consulta con vistas a la elaboración de la plataforma de campaña y enseguida, una vez ganada la Alcaldía, el plan de gobierno. No queremos hacer una consulta para decir que la hicimos, para decir que tomamos en cuenta las dolencias de la gente, para decir que somos democráticos, no. Tampoco para ponerla en papel bien bonita, distribuírsela a la gente y luego una vez en el gobierno engavetarla. Es lo que hace la derecha, que dicho sea de paso se ha apropiado la palabra “consulta” (palabra nuestra, de la izquierda) para decir que consultan a la gente.
¿Y cuál fue el método utilizado?
Consultar líderes territoriales de los siete distritos que tiene la capital, pero también a siete sectores de la población, pues lo que queríamos era cubrir tanto lo territorial como lo sectorial. Eso nos ha arrojado una consulta muy rica y bastante exacta en cuanto al conocimiento de las necesidades actuales de los capitalinos. Pero más todavía: creemos que gracias a esa consulta el FMLN a través de mi candidatura y del Concejo que me acompaña tiene en sus manos, en lo que a la Ciudad Capital se refiere, diversidad, la diversidad de lo que es hoy San Salvador; sin por ello, naturalmente, pretender que ya lo tenemos todo perfilado al detalle. Ejemplo que a mi juicio es muy importante tener en cuenta, pues yo creo que nuestros gobiernos locales deben ocuparse de toda la diversidad poblacional, económica, social, cultural, artística, religiosa, y por supuesto política de las realidades en donde nos toca ejercer el mandato del pueblo. Y tener la medida, lo más cercana a la realidad, de la territorialidad organizada de este país, y de la “sectorialidad” también. Pienso que es necesario que tengamos esa medida, y aprovecho esta entrevista para decirlo. ¿Y para qué? Está bien hacer obra, resolver problemas, atacar deficiencias centenarias en nuestros municipios; pero mientras no logremos, a través de esa labor material, elevarle la conciencia a la gente, no habremos cumplido con nuestro propósito fundamental por el cual decidimos continuar la lucha en el terreno político. Si yo como Alcaldesa me satisfago de inaugurar un muro aquí, de rellenar un bache allá y no me preocupo de construir conciencia nueva, a la verdad no habré hecho gran cosa. El Frente tiene la obligación, por ser lo que es, de construir poder con la gente, y eso pasa por elevar la conciencia ciudadana, la conciencia social, y la conciencia popular de nuestro pueblo; y las formas de organización que esto implica”.
¿Qué les expresó la gente durante las consultas?
V.M. “Consideramos también que era necesario, más allá de los aspectos cuantitativos de la consulta, que por supuesto son importantes, tener en cuenta el sentimiento de la gente. Mira, es emocionante constatar, cuando uno va allí donde está la gente, el capital de confianza del que goza nuestro Partido. ’Confiamos en el Frente, nos decían por todos lados, confiamos en usted’'85 yo diría que esto es muy importante. Ahora bien, nuestro trabajo, nuestro deber, es traducir ese sentimiento en gesto consciente, que todo ese sentimiento que la gente tiene en su corazón de rechazo a las mentiras de Saca, se haga conciencia y se haga voto por nosotros. Por mi parte estoy tranquila, le miro los ojos a la gente, me tomo el tiempo de conversar largo sobre sus dificultades, gente que vive en las barriadas, en las colonias, a la orilla de la línea del tren…la gente me da su mano, conversa conmigo y sé que esas miradas de niños, de jóvenes profesionales, de padres de familia, de madres de familia, me inyectan su energía y su confianza, y que me entienden, nos entienden… porque los entiendo. Es ésa mi fuerza. Y consultamos, como ya lo decía, a ingenieros, religiosos, mujeres como tales, jóvenes como tales, abogados, arquitectos, médicos, trabajadores sociales, clase media como se dice. Personas informadas. En todos esos sectores el Frente está bien. Pero cuando digo que ahí estamos bien, cuidadito!, no olvidemos nuestro origen, no olvidemos por quién luchamos fundamentalmente. ¿Cómo es posible que en este país la gente más pobre y más despreciada y más marginada sea el sostén del sistema y de Arena? ¡Eso no puede ser!, tenemos que trabajar más en los sectores populares y marginales. Ahí está nuestra batalla ideológica, que es la más difícil de las batallas. Tenemos que empatar sentimiento y conciencia; y traducir conciencia en organización”.
¿Constituye la Consulta, el eje de Participación Ciudadana?
V.M. “Sólo es una parte, sólo es el primer paso de un proceso más largo y más complejo, que es la participación. Es, para decirlo así, un paso pasivo. Preguntarle a la gente Y qué opinan ustedes?, eso es pasivo. Necesitamos propuestas, toma de decisiones, cogestión, ¡y necesitamos que nos controlen! Todo eso es poder popular. Nosotros vamos a rendirle cuenta a la gente, y no sólo de lo económico; pero necesitamos que la gente ejerza contraloría sobre la totalidad de nuestro gobierno”.
¿Cuál es la prioridad de su Plan de Gobierno?
V.M. “Todo eso es visión política; pero no descuidamos lo técnico, y lo técnico lo empatamos con lo político. He logrado, y lo digo con satisfacción, articular a una cuarentena de profesionales que ya están trabajando en Ordenamiento y Desarrollo territorial, en Calidad de Vida (es decir salud, juventud, violencia, seguridad, participación, economía, etc.). Esa va a ser la columna central de mi plan de gobierno. Un plan que va a tener alcances mucho más allá de tres años, será un plan de diez años o más. Esto porque la capital tiene problemas estructurales muy grandes y tres años no bastan. O sea, el éxito del desarrollo contemplado en el plan es parte del desarrollo de las fuerzas productivas. Yo creo que la izquierda debe entender esto, para ir en dirección de nuestras metas hacia el socialismo. Socialismo nuestro, por supuesto”.
¿Porqué la consigna “En San Salvador vamos por más”?
V.M. Pues mira, ya mencioné mucho, pero digamos lo siguiente, antes que nada, un poco conceptualmente: Hay cosas, y lo digo claramente, hay cosas a las que mi gobierno NO LES VA A DAR CONTINUIDAD, eso quiero que se entienda. Lo no bueno lo vamos a enterrar. La izquierda debe ser así, es lo que yo creo, debemos tener el coraje de enterrar lo que no sirve. Empezando por decirle siempre la verdad a la gente. No le vamos a dar continuidad, por ejemplo, a manejos “raros” de los dineros públicos. ¿Cómo es posible que en medio de la terrible crisis en la que vive nuestro pueblo, haya gente que se recetó las dietas, ¡el doble se recetaron!, eso no puede ser. Jamás voy a tolerar yo que un solo centavo vaya al bolsillo de un corrupto. Y voy a pedir investigaciones; y mira: no sólo en los mecanismos y qué sé yo que permiten la corrupción. “Procesos”, como se dice, eso claro que hay que combatirlo, pero también personas. ¿Por qué? Porque podemos tener procesos bellos, mecanismos bien establecidos, y tener corruptos a la cabeza de esos “procesos”. O gente con buenas intenciones pero en medio de procesos viciados que permiten la corrupción por abajo”, hay cosas, pues, que no van a tener continuidad, lo digo claramente. Y vamos por más participación, vamos por más cabildos abiertos, vamos por más sesiones del concejo abiertas, vamos por más consultas vecinales, vamos por más comisiones municipales de concertación, vamos por más presupuesto participativo, vamos por más rendición de cuentas, vamos por austeridad (no digo “por más” porque no ha habido); Y vamos por más cosas que si no se han hecho es por omisión, o quizá por falta de visión, o de decisión… vamos por más para que baje la violencia, por un municipio más saludable, más seguro, más limpio y acogedor. Un municipio con más esparcimiento y más cultura. En suma, vamos por una ciudad capital más humana”.
¿Bueno, con ese programa vas a ganar?
-¡Claro! Pero no sólo por el programa, como tú dices. Porque tenemos las mediciones.
-O sea, estás tranquila.
-Sí, estoy firme, estoy segura y estoy tranquila. Y no paro de ver a la gente.
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