San Salvador, 28 nov (PL) La inseguridad ciudadana continúa entre los primeros problemas que más preocupan a los salvadoreños, reveló hoy una encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Católica Centroamericana.
De acuerdo con el sondeo, el 76 por ciento de la población se muestra pesimista al advertir un crecimiento de la delincuencia en relación con el 2005.
Cifras de la Fiscalía General de la República indican que el pasado año ocurrieron tres mil 781 asesinatos, aunque según la Policía Nacional Civil fueron tres mil 801.
En tanto, registros del Instituto de Medicina Legal señalan que la cantidad fue de tres mil 812.
Uno de los más recientes informes de esa entidad daba cuentas de que entre enero y septiembre de 2006, al menos dos mil 931 personas fueron asesinadas, un promedio de 10,74 por día.
Sólo en ese último mes, cuantificó 317 homicidios, y cerca del 80 por ciento fueron cometidos con armas de fuego.
Organizaciones civiles, políticas y religiosas, denuncian constantemente las inadecuadas políticas gubernamentales para combatir el fenómeno.
De hecho, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el principal partido opositor, mostró recientemente un diseño de programa para disminuir la violencia.
Asegura que la adopción de medidas preventivas de orden social en lugar de represión disminuirán el alto índice de criminalidad.
El FMLN propuso desarrollar acciones de control de la portación de armas y ejecutar programas dirigidos a la juventud, así como capacitar a escolares en proyectos de prevención del consumo de drogas.
También, subrayó que es necesario promover fuentes de empleo para la población de zonas marginales con fondos del Estado, crear comités "de prevención municipal", "fortalecer" la educación y adoptar medidas efectivas para prevenir la violencia intrafamiliar.
Sin embargo, la iniciativa de prohibir la portación de armas de fuego a civiles para frenar la violencia fue rechazada por el gobierno, al considerar que no es posible dejar indefensa a la gente "buena" ante los malos que usan armas ilegales.
La situación se ha tornado tan crítica que se manejó la idea a propuesta del Partido de Conciliación Nacional, de aplicar el régimen de excepción en el país como medida para combatir la delincuencia.
La encuesta de la Universidad Católica Centroamericana evidenció que más del 70 por ciento de los salvadoreños no avizora cambios para el 2007 en relación con esta problemática.
De acuerdo con el sondeo, el 76 por ciento de la población se muestra pesimista al advertir un crecimiento de la delincuencia en relación con el 2005.
Cifras de la Fiscalía General de la República indican que el pasado año ocurrieron tres mil 781 asesinatos, aunque según la Policía Nacional Civil fueron tres mil 801.
En tanto, registros del Instituto de Medicina Legal señalan que la cantidad fue de tres mil 812.
Uno de los más recientes informes de esa entidad daba cuentas de que entre enero y septiembre de 2006, al menos dos mil 931 personas fueron asesinadas, un promedio de 10,74 por día.
Sólo en ese último mes, cuantificó 317 homicidios, y cerca del 80 por ciento fueron cometidos con armas de fuego.
Organizaciones civiles, políticas y religiosas, denuncian constantemente las inadecuadas políticas gubernamentales para combatir el fenómeno.
De hecho, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el principal partido opositor, mostró recientemente un diseño de programa para disminuir la violencia.
Asegura que la adopción de medidas preventivas de orden social en lugar de represión disminuirán el alto índice de criminalidad.
El FMLN propuso desarrollar acciones de control de la portación de armas y ejecutar programas dirigidos a la juventud, así como capacitar a escolares en proyectos de prevención del consumo de drogas.
También, subrayó que es necesario promover fuentes de empleo para la población de zonas marginales con fondos del Estado, crear comités "de prevención municipal", "fortalecer" la educación y adoptar medidas efectivas para prevenir la violencia intrafamiliar.
Sin embargo, la iniciativa de prohibir la portación de armas de fuego a civiles para frenar la violencia fue rechazada por el gobierno, al considerar que no es posible dejar indefensa a la gente "buena" ante los malos que usan armas ilegales.
La situación se ha tornado tan crítica que se manejó la idea a propuesta del Partido de Conciliación Nacional, de aplicar el régimen de excepción en el país como medida para combatir la delincuencia.
La encuesta de la Universidad Católica Centroamericana evidenció que más del 70 por ciento de los salvadoreños no avizora cambios para el 2007 en relación con esta problemática.
1 comentario:
Y los muy brutos dicen que seguirán votando por arena.¿Que hacer? Cambiemos de pueblo
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