Tegucigalpa, 4 nov (PL) La construcción de un muro fronterizo entre México y Estados Unidos profundiza la división entre los pueblos y las naciones del continente, denunció hoy el Consejo Centroamericano de Procuradores de Derechos Humanos (CCPDH).
A menos de dos semanas de las elecciones legislativas de medio término en Estados Unidos, el 7 de noviembre, el presidente estadounidense, George W. Bush, firmó la ley que permite construir un muro doble de unos mil 200 kilómetros de longitud.
El CCPDH instó a los gobiernos de la región a buscar acciones políticas y jurídicas eficaces ante las autoridades estadounidenses para que consideren los aspectos multidimensionales del fenómeno migratorio antes de tomar cualquier medida en esa materia.
A través de un comunicado divulgado aquí, exigieron también que con dichas acciones las autoridades norteñas muestren respeto absoluto a los derechos humanos y libertades fundamentales de los inmigrantes.
Cifras oficiales indican que el número de inmigrantes indocumentados hacia Estados Unidos ha crecido de cuatro millones en 1986 a cerca de 12 millones en la actualidad.
Diversos análisis advierten que con la construcción de la valla, la gente se arriesgará más al quedar abiertas sólo rutas más peligrosas, por lo que los casos mortales pueden aumentar.
"La exclusión es la forma invisible de la discriminación", alertaron los defensores de los derechos humanos.
De hecho, subrayan diversos analistas, la idea del muro se vende como defensa del país, sin embargo no se habla de hacer una construcción similar en la frontera con Canadá.
A menos de dos semanas de las elecciones legislativas de medio término en Estados Unidos, el 7 de noviembre, el presidente estadounidense, George W. Bush, firmó la ley que permite construir un muro doble de unos mil 200 kilómetros de longitud.
El CCPDH instó a los gobiernos de la región a buscar acciones políticas y jurídicas eficaces ante las autoridades estadounidenses para que consideren los aspectos multidimensionales del fenómeno migratorio antes de tomar cualquier medida en esa materia.
A través de un comunicado divulgado aquí, exigieron también que con dichas acciones las autoridades norteñas muestren respeto absoluto a los derechos humanos y libertades fundamentales de los inmigrantes.
Cifras oficiales indican que el número de inmigrantes indocumentados hacia Estados Unidos ha crecido de cuatro millones en 1986 a cerca de 12 millones en la actualidad.
Diversos análisis advierten que con la construcción de la valla, la gente se arriesgará más al quedar abiertas sólo rutas más peligrosas, por lo que los casos mortales pueden aumentar.
"La exclusión es la forma invisible de la discriminación", alertaron los defensores de los derechos humanos.
De hecho, subrayan diversos analistas, la idea del muro se vende como defensa del país, sin embargo no se habla de hacer una construcción similar en la frontera con Canadá.
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