Redacción Central, 4 nov (PL) Más de 130 mil muertos, un millón de heridos y cientos de miles de discapacitadas por año conforman hoy las estadísticas referidas a los accidentes de tránsito en América Latina.
Países como Colombia, Costa Rica, El Salvador, Jamaica y México, concentran la mayor cantidad de latinoamericanos víctimas de las colisiones y atropellos en la vía pública.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ese tipo de accidente constituye la primera causa de muerte violenta en Costa Rica y del fallecimiento de personas cuyas edades oscilan entre 10 y 45 años.
Esos hechos representan para el país un costo equivalente al 2,3 por ciento del Producto Interno Bruto.
En Argentina, el número de decesos por el mismo motivo representa un 2,5 por ciento del total de muertes ocurridas y la cuarta causa de fallecimientos, detrás de las enfermedades cardio y cerebro-vasculares y los tumores malignos.
En los países de bajos ingresos las pérdidas anuales equivalen al uno por ciento del PIB, indica el Informe Mundial sobre Prevención de los Traumatismos (IMPTCT), mientras que en las naciones consideradas como de ingresos medianos llegan al 1,5 por ciento.
Los expertos coinciden en que los factores principales vinculados a las causas de este tipo de accidente son el conductor, la vía pública y los vehículos, así como las situaciones del tránsito y el medio ambiente.
Las propuestas actuales para enfrentar la crisis en esta materia reclaman el desarrollo de una ingeniería que se corresponda con las necesidades de los usuarios y una mayor eficiencia de las autoridades encargadas de la regulación.
Además exigen la revisión de las leyes vigentes y la incorporación de una cultura ciudadana en los planes que se elaboren.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) considera insuficiente la gestión en el procesamiento de datos, la ausencia de estadísticas sobre los principales indicadores de la accidentalidad y la falta de planes para enfrentar el fenómeno.
Según la CEPAL, sólo 75 países en el mundo ofrecen datos anuales sobre traumatismos causados por el tránsito. Los demás no disponen de sistemas nacionales de información sanitaria que puedan generarlos.
No obstante, en Colombia se creó el Fondo de Prevención Vial para realizar campañas por la disminución de la accidentalidad, mientras que en Cuba se efectúan jornadas nacionales de prevención que involucran a todos los sectores de la sociedad.
En sentido general, los gobiernos no han interiorizado la magnitud del problema, hasta el punto de no incluir en los proyectos de presupuesto, financiamiento para mejorar el estado de las vías, e instalar medios y equipos de señalización.
La CEPAL consideró que de no mediar disposiciones al respecto, en el año 2020 los accidentes pueden ocupar el tercer lugar entre las causas de muerte y de discapacidad en el planeta.
Países como Colombia, Costa Rica, El Salvador, Jamaica y México, concentran la mayor cantidad de latinoamericanos víctimas de las colisiones y atropellos en la vía pública.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ese tipo de accidente constituye la primera causa de muerte violenta en Costa Rica y del fallecimiento de personas cuyas edades oscilan entre 10 y 45 años.
Esos hechos representan para el país un costo equivalente al 2,3 por ciento del Producto Interno Bruto.
En Argentina, el número de decesos por el mismo motivo representa un 2,5 por ciento del total de muertes ocurridas y la cuarta causa de fallecimientos, detrás de las enfermedades cardio y cerebro-vasculares y los tumores malignos.
En los países de bajos ingresos las pérdidas anuales equivalen al uno por ciento del PIB, indica el Informe Mundial sobre Prevención de los Traumatismos (IMPTCT), mientras que en las naciones consideradas como de ingresos medianos llegan al 1,5 por ciento.
Los expertos coinciden en que los factores principales vinculados a las causas de este tipo de accidente son el conductor, la vía pública y los vehículos, así como las situaciones del tránsito y el medio ambiente.
Las propuestas actuales para enfrentar la crisis en esta materia reclaman el desarrollo de una ingeniería que se corresponda con las necesidades de los usuarios y una mayor eficiencia de las autoridades encargadas de la regulación.
Además exigen la revisión de las leyes vigentes y la incorporación de una cultura ciudadana en los planes que se elaboren.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) considera insuficiente la gestión en el procesamiento de datos, la ausencia de estadísticas sobre los principales indicadores de la accidentalidad y la falta de planes para enfrentar el fenómeno.
Según la CEPAL, sólo 75 países en el mundo ofrecen datos anuales sobre traumatismos causados por el tránsito. Los demás no disponen de sistemas nacionales de información sanitaria que puedan generarlos.
No obstante, en Colombia se creó el Fondo de Prevención Vial para realizar campañas por la disminución de la accidentalidad, mientras que en Cuba se efectúan jornadas nacionales de prevención que involucran a todos los sectores de la sociedad.
En sentido general, los gobiernos no han interiorizado la magnitud del problema, hasta el punto de no incluir en los proyectos de presupuesto, financiamiento para mejorar el estado de las vías, e instalar medios y equipos de señalización.
La CEPAL consideró que de no mediar disposiciones al respecto, en el año 2020 los accidentes pueden ocupar el tercer lugar entre las causas de muerte y de discapacidad en el planeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario