Licda. Norma Guevara de Ramirios
Insuficiente resultó el Estadio Cuscatlán para albergar a decenas de miles de militantes y simpatizantes del FMLN en la XXIII Convención Nacional en la que se proclamó a Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén para participar como candidatos a la Presidencia y Vice Presidencia de la República en Marzo del 2009.
Una colosal fórmula que recibe la fortaleza que dá el cariño del pueblo, la confianza en su experiencia y compromiso con los más caros anhelos incumplidos aún.
Todos los espacios llenos, incluso el área de juego, la famosa lomita, los alrededores y canchas anexas y sin ningún incidente que lamentar mostraron que el FMLN posee y ejerce una enorme capacidad organizativa, de movilización, y que sabe apreciar la amistad, la solidaridad de otros que sin pertenecer al partido, eran testigos de tan magnífico evento legal y político. Decenas de miles de personas atesoran ya un sentimiento de potencia, de fuerza, de decisión y coraje para asumir el reto más grande, el cambio en el país.
Uno de los espacios cercanos al área conocida popularmente como “el Vietnam” fue ocupado por miles de entusiastas jóvenes que con su habilidad presentaban la bandera nacional, la bandera del FMLN y vivas a Mauricio y Salvador. Decenas de invitados representantes de partidos amigos del FMLN desde el lejano Japón hasta los cercanos países centroamericanos; decenas de empresarios estadounidenses de origen salvadoreño, de profesionales, jóvenes, militantes del FMLN en el exterior también se hicieron presentes, el público mostró su admiración y respeto a todas las delegaciones presentes, nacionales e internacionales, diplomáticas y políticas y de líderes sociales.
La emoción acumulada por quienes tuvimos el privilegio de ser parte de esta 23 Convención Nacional en la que se cumplió la formalidad requerida por los Estatutos del FMLN jamás olvidaremos ese vivificante momento de comunión, entre el pueblo y el FMLN, entre las autoridades del partido y su militancia, entre un liderazgo social fortalecido a lo largo de años de ejercicio profesional como periodista comprometido con la verdad, de Mauricio Funes, y el talento y sabiduría de un liderazgo social y partidario de Salvador Sánchez Cerén. Es la junta de lo diverso en una misma visión y de un gran sueño para transformar nuestra sociedad.
Combinar la formalidad y rigor de una Convención Nacional, con una enorme concentración popular y el acompañamiento de decenas de delegaciones de partidos y gobiernos representa un gran logro, sólo posible por la unidad del FMLN y la claridad de lo que desea lograr como fuerza política llamada a asumir la conducción del país y de un proceso de transformaciones políticas y sociales.
El Informe del Coordinador del Partido y Presidente de la Convención dio cuenta de un proceso exitoso que refleja que las decisiones tomadas hace un año fueron acertadas y se están cumpliendo.
Se reafirmó el llamamiento hecho hace un año a las fuerzas vivas para trabajar unidos a favor de un cambio que posibilite resolver los más urgentes problemas que aquejan a las mayorías, aquel llamamiento se transformó ahora en una autorización al Consejo Nacional para pactar coaliciones y alianzas con fuerzas políticas partidistas y sin partido, siempre que se compartan visiones y metas comunes en el marco de la Constitución de la República.
Los mensajes de Salvador Sánchez Cerén y de Mauricio Funes reflejaron la razón del cariño y la confianza puesta en ellos, tocaron los puntos cardinales: La determinación de impulsar un nuevo modo de gestión política, comprometida con las mayorías, como afirmó Mauricio, identificada con la opción preferencial por los pobres; expresaron la certeza que demandan o pudieran demandar los inversionistas y actores económicos, apertura para todos, nacionales y extranjeros en el marco del respeto a las leyes especialmente laborales y fiscales; la seguridad de que se potenciarán las relaciones comerciales, diplomáticas con Estados Unidos en el marco del respeto y sin sometimiento alguno; la necesidad de una política exterior abierta que debe incluir las relaciones con la República Popular China y Cuba y otros aspectos especialmente referidos a la importancia que debe tener la seguridad y la probidad del gobierno.
La fórmula Presidencial, Funes – Cerén, que fue proclamada el 11 de Noviembre en el Coloso de Cuscatlán, es más que dos personas, es un nuevo y formidable liderazgo para el cambio que propicia el crecimiento de la esperanza.
A 17 meses de la definición rebosa el optimismo para lograrlo entre todas y todos.
Insuficiente resultó el Estadio Cuscatlán para albergar a decenas de miles de militantes y simpatizantes del FMLN en la XXIII Convención Nacional en la que se proclamó a Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén para participar como candidatos a la Presidencia y Vice Presidencia de la República en Marzo del 2009.
Una colosal fórmula que recibe la fortaleza que dá el cariño del pueblo, la confianza en su experiencia y compromiso con los más caros anhelos incumplidos aún.
Todos los espacios llenos, incluso el área de juego, la famosa lomita, los alrededores y canchas anexas y sin ningún incidente que lamentar mostraron que el FMLN posee y ejerce una enorme capacidad organizativa, de movilización, y que sabe apreciar la amistad, la solidaridad de otros que sin pertenecer al partido, eran testigos de tan magnífico evento legal y político. Decenas de miles de personas atesoran ya un sentimiento de potencia, de fuerza, de decisión y coraje para asumir el reto más grande, el cambio en el país.
Uno de los espacios cercanos al área conocida popularmente como “el Vietnam” fue ocupado por miles de entusiastas jóvenes que con su habilidad presentaban la bandera nacional, la bandera del FMLN y vivas a Mauricio y Salvador. Decenas de invitados representantes de partidos amigos del FMLN desde el lejano Japón hasta los cercanos países centroamericanos; decenas de empresarios estadounidenses de origen salvadoreño, de profesionales, jóvenes, militantes del FMLN en el exterior también se hicieron presentes, el público mostró su admiración y respeto a todas las delegaciones presentes, nacionales e internacionales, diplomáticas y políticas y de líderes sociales.
La emoción acumulada por quienes tuvimos el privilegio de ser parte de esta 23 Convención Nacional en la que se cumplió la formalidad requerida por los Estatutos del FMLN jamás olvidaremos ese vivificante momento de comunión, entre el pueblo y el FMLN, entre las autoridades del partido y su militancia, entre un liderazgo social fortalecido a lo largo de años de ejercicio profesional como periodista comprometido con la verdad, de Mauricio Funes, y el talento y sabiduría de un liderazgo social y partidario de Salvador Sánchez Cerén. Es la junta de lo diverso en una misma visión y de un gran sueño para transformar nuestra sociedad.
Combinar la formalidad y rigor de una Convención Nacional, con una enorme concentración popular y el acompañamiento de decenas de delegaciones de partidos y gobiernos representa un gran logro, sólo posible por la unidad del FMLN y la claridad de lo que desea lograr como fuerza política llamada a asumir la conducción del país y de un proceso de transformaciones políticas y sociales.
El Informe del Coordinador del Partido y Presidente de la Convención dio cuenta de un proceso exitoso que refleja que las decisiones tomadas hace un año fueron acertadas y se están cumpliendo.
Se reafirmó el llamamiento hecho hace un año a las fuerzas vivas para trabajar unidos a favor de un cambio que posibilite resolver los más urgentes problemas que aquejan a las mayorías, aquel llamamiento se transformó ahora en una autorización al Consejo Nacional para pactar coaliciones y alianzas con fuerzas políticas partidistas y sin partido, siempre que se compartan visiones y metas comunes en el marco de la Constitución de la República.
Los mensajes de Salvador Sánchez Cerén y de Mauricio Funes reflejaron la razón del cariño y la confianza puesta en ellos, tocaron los puntos cardinales: La determinación de impulsar un nuevo modo de gestión política, comprometida con las mayorías, como afirmó Mauricio, identificada con la opción preferencial por los pobres; expresaron la certeza que demandan o pudieran demandar los inversionistas y actores económicos, apertura para todos, nacionales y extranjeros en el marco del respeto a las leyes especialmente laborales y fiscales; la seguridad de que se potenciarán las relaciones comerciales, diplomáticas con Estados Unidos en el marco del respeto y sin sometimiento alguno; la necesidad de una política exterior abierta que debe incluir las relaciones con la República Popular China y Cuba y otros aspectos especialmente referidos a la importancia que debe tener la seguridad y la probidad del gobierno.
La fórmula Presidencial, Funes – Cerén, que fue proclamada el 11 de Noviembre en el Coloso de Cuscatlán, es más que dos personas, es un nuevo y formidable liderazgo para el cambio que propicia el crecimiento de la esperanza.
A 17 meses de la definición rebosa el optimismo para lograrlo entre todas y todos.
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