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San Salvador, 24 nov (RMV). La crisis generalizada que provocan los precios internacionales del petróleo agravada por la falta de control interno de los precios de sus derivados, cada día golpea directamente a la clase trabajadora en general y a la clase media en particular cuyos miembros al poseer un vehículo automotor son castigados con las constantes alzas de los combustibles y con los impuestos que en ellos establece el estado para el financiamiento de variados rubros de su actividad.
No estamos en contra de la cultura de pagar tributos pues estos son necesarios para el funcionamiento de la administración pública, sin embargo estamos en contra que los tributos se imponga para proteger los intereses capitalistas de transnacionales cuya voracidad es capaz de doblegar la soberanía de un estado, ante la sumisión de su gobierno como es el caso de cuarto gobierno de ARENA, que prefiere imponer un nuevo impuesto al pueblo que utiliza combustibles derivados del petróleo para no tocar las millonarias utilidades de las transnacionales petroleras.
Con el nuevo impuesto de 10 centavos por galón el gobierno pretende recaudar 40 millones de dólares que entregaría a los transportistas en calidad de subsidio, a fin de que el precio del pasaje no sufra incremento con lo cual lo que ARENA hace es abrir un hoyo para tapar otro, pues solo traslada más carga al pueblo trabajador quien en definitiva es quien esta pagando los platos rotos que constantemente se quiebran con las medidas anti populares de política económica que se les ocurre a los genios areneros.
Las protestas de la cámara de comercio y otras gremiales empresariales nos parecen legitimas, sin embargo no compartimos su parcializada visión de arremeter en contra de sus hermanos empresarios, los transportistas, a quienes consideran ineficientes e inmerecedores del subsidio. La verdad es que los empresarios transportistas tambien son victimas de las petroleras y en la lógica del mercado de obtener ganancias para reproducir su capital solo tienen la opción de incrementar el pasaje o el apoyo del estado para mantener bajo los precios, por supuesto a cambio de un excelente servicio de cuya calidad es el estado quien debe garantizar que sea el más alto nivel posible, aplicando los controles que la ley le otorga, por lo tanto si hay empresarios ineficientes prestando un servicio público el responsable de esto es el gobierno de ARENA por dejarlos funcionar irrespetando la ley.
Hemos de recalcar que con esta genialidad arenera en contra del pueblo el problema de fondo sobre el impacto de los combustibles en la economía familiar de los transportistas y del pueblo no se resolverá, al contrario se agravará especialmente para la clase media quien continuará enriqueciendo a las transnacionales petroleras a costa de reducir su capacidad adquisitiva.
Radio Maya Visión, Comunicación Total.
San Salvador, 24 nov (RMV). La crisis generalizada que provocan los precios internacionales del petróleo agravada por la falta de control interno de los precios de sus derivados, cada día golpea directamente a la clase trabajadora en general y a la clase media en particular cuyos miembros al poseer un vehículo automotor son castigados con las constantes alzas de los combustibles y con los impuestos que en ellos establece el estado para el financiamiento de variados rubros de su actividad.
No estamos en contra de la cultura de pagar tributos pues estos son necesarios para el funcionamiento de la administración pública, sin embargo estamos en contra que los tributos se imponga para proteger los intereses capitalistas de transnacionales cuya voracidad es capaz de doblegar la soberanía de un estado, ante la sumisión de su gobierno como es el caso de cuarto gobierno de ARENA, que prefiere imponer un nuevo impuesto al pueblo que utiliza combustibles derivados del petróleo para no tocar las millonarias utilidades de las transnacionales petroleras.
Con el nuevo impuesto de 10 centavos por galón el gobierno pretende recaudar 40 millones de dólares que entregaría a los transportistas en calidad de subsidio, a fin de que el precio del pasaje no sufra incremento con lo cual lo que ARENA hace es abrir un hoyo para tapar otro, pues solo traslada más carga al pueblo trabajador quien en definitiva es quien esta pagando los platos rotos que constantemente se quiebran con las medidas anti populares de política económica que se les ocurre a los genios areneros.
Las protestas de la cámara de comercio y otras gremiales empresariales nos parecen legitimas, sin embargo no compartimos su parcializada visión de arremeter en contra de sus hermanos empresarios, los transportistas, a quienes consideran ineficientes e inmerecedores del subsidio. La verdad es que los empresarios transportistas tambien son victimas de las petroleras y en la lógica del mercado de obtener ganancias para reproducir su capital solo tienen la opción de incrementar el pasaje o el apoyo del estado para mantener bajo los precios, por supuesto a cambio de un excelente servicio de cuya calidad es el estado quien debe garantizar que sea el más alto nivel posible, aplicando los controles que la ley le otorga, por lo tanto si hay empresarios ineficientes prestando un servicio público el responsable de esto es el gobierno de ARENA por dejarlos funcionar irrespetando la ley.
Hemos de recalcar que con esta genialidad arenera en contra del pueblo el problema de fondo sobre el impacto de los combustibles en la economía familiar de los transportistas y del pueblo no se resolverá, al contrario se agravará especialmente para la clase media quien continuará enriqueciendo a las transnacionales petroleras a costa de reducir su capacidad adquisitiva.
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1 comentario:
Highly energetic post, I enjoyed that bit.
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