Redacción Central, 13 nov (PL) Un día después de que el opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional proclamara su fórmula presidencial para los comicios de 2009, el presidente Elías Antonio Saca no pudo sustraerse de los vaticinios.
El domingo, el Frente ratificó como candidatos a Mauricio Funes para la presidencia del país, y a Salvador Sánchez Cerén, ex comandante de las guerrillas del Frente, para la vicepresidencia ante más de 80 mil espectadores en el capitalino estadio de Cuscatlán.
La masiva asistencia muestra la aceptación popular de la propuesta del FMLN, constatada en una encuesta del diario Prensa Gráfica, a propósito de los venideros comicios.
Ante el promisorio panorama para esta fuerza política, Saca afirmó que un triunfo del partido opositor FMLN alejaría al país de un "tradicional amigo" como es Estados Unidos.
A pesar de la insistente retórica, acaba de ser noticia en esa nación centroamericana la alarmante cantidad de deportados salvadoreños desde EE.UU.
Datos oficiales indican que un promedio de 600 salvadoreños emigran cada día en busca de alternativas de vida que no encuentran en su tierra y la mayoría va hacia la norteña nación.
De los poco más de cinco millones de habitantes (según el más reciente censo), unos 2,8 millones viven en otros países y 2,5 millones en EE.UU. Con las remesas que envían mantienen a flote la economía de El Salvador.
El año pasado mandaron tres mil 315,7 millones de dólares, lo que equivale al 94,4 por ciento del total de exportaciones anuales (unos tres mil 513 millones) y poco más del 17 por ciento del Producto Interno Bruto del país.
De acuerdo con el portavoz de la Dirección General de Migración, Ramón Hernández, 2007 podría cerrar con un poco más de 20 mil repatriados (cifra récord, si se tiene en cuenta que el año pasado fueron 13 mil 530).
El coordinador de la Comisión de Derechos Humanos, Miguel Montenegro, asegura que el gobierno no ofrece nada para los compatriotas que regresan.
Y es que de una población económicamente activa de 2,9 millones de personas, sólo 644mil tienen empleo y de ellas 98 mil trabajan para el Estado.
Las deportaciones masivas podrían agravar la crisis social del país, porque además de acrecentar el desempleo, contribuirían al aumento de la violencia con el regreso de cientos de personas con antecedentes penales.
Esta nación centroamericana es una de las más peligrosas del mundo, con una tasa de homicidios de 68 por cada 100 mil habitantes, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que tasas mayores de 10 constituyen cifras de guerra.
En la "armónica alianza" sobresale el apoyo del gobierno istmeño a la intervención de Estados Unidos en Iraq, una guerra, que según organizaciones sociales, políticas y religiosas, nada tiene que ver con los salvadoreños, y lejos de eso pudiera comprometer la seguridad nacional.
El Salvador es el único país latinoamericano con presencia militar en suelo iraquí desde el año 2003.
¿Y qué brinda la potencia estadounidense al país istmeño? Después de los 12 años de guerra (1980-1992), por cierto orquestada por Washington, los indicadores sociales de la nación no muestran ningún signo alentador.
A la economía dolarizada desde 2001, se añade la vigencia de un Tratado de Libre Comercio que - afirman opositores - desangrará al país particularmente al agro, entre otros aspectos, por la asimetría para una verdadera competencia.
Por otro lado, las privatizaciones impulsadas por el gran capital financiero ponen en jaque lo poco que queda para los sectores más pobres, como ocurrirá con la aplicación de la ley de creación del Sistema Nacional de Salud, alerta el Colegio Médico.
A todo ello se añade que El Salvador es uno de los cuatro países del continente con más enfermos de VIH-SIDA; con más de 20 mil niños que trabajan para subsistir; con el 90 por ciento de sus aguas superficiales contaminadas.
Es la nación donde más caros se venden los medicamentos en el mundo, según una investigación del Observatorio de Políticas Públicas en Salud de la Universidad de El Salvador.
El candidato a la presidencia por el FMLN, Mauricio Funes aseguró este domingo que es imposible que el país siga siendo gobernado como hasta ahora.
Denunció que en los últimos 18 años de gobierno de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) sólo creció la pobreza, subieron los precios y bajaron los salarios.
ARENA con Saca al frente sabe de su desgaste, de la necesidad de cambio de las grandes mayorías, de la tendencia actual del electorado latinoamericano que nunca vio los beneficios de la dudosa alianza de los distintos gobiernos de la región con Estados Unidos.
El domingo, el Frente ratificó como candidatos a Mauricio Funes para la presidencia del país, y a Salvador Sánchez Cerén, ex comandante de las guerrillas del Frente, para la vicepresidencia ante más de 80 mil espectadores en el capitalino estadio de Cuscatlán.
La masiva asistencia muestra la aceptación popular de la propuesta del FMLN, constatada en una encuesta del diario Prensa Gráfica, a propósito de los venideros comicios.
Ante el promisorio panorama para esta fuerza política, Saca afirmó que un triunfo del partido opositor FMLN alejaría al país de un "tradicional amigo" como es Estados Unidos.
A pesar de la insistente retórica, acaba de ser noticia en esa nación centroamericana la alarmante cantidad de deportados salvadoreños desde EE.UU.
Datos oficiales indican que un promedio de 600 salvadoreños emigran cada día en busca de alternativas de vida que no encuentran en su tierra y la mayoría va hacia la norteña nación.
De los poco más de cinco millones de habitantes (según el más reciente censo), unos 2,8 millones viven en otros países y 2,5 millones en EE.UU. Con las remesas que envían mantienen a flote la economía de El Salvador.
El año pasado mandaron tres mil 315,7 millones de dólares, lo que equivale al 94,4 por ciento del total de exportaciones anuales (unos tres mil 513 millones) y poco más del 17 por ciento del Producto Interno Bruto del país.
De acuerdo con el portavoz de la Dirección General de Migración, Ramón Hernández, 2007 podría cerrar con un poco más de 20 mil repatriados (cifra récord, si se tiene en cuenta que el año pasado fueron 13 mil 530).
El coordinador de la Comisión de Derechos Humanos, Miguel Montenegro, asegura que el gobierno no ofrece nada para los compatriotas que regresan.
Y es que de una población económicamente activa de 2,9 millones de personas, sólo 644mil tienen empleo y de ellas 98 mil trabajan para el Estado.
Las deportaciones masivas podrían agravar la crisis social del país, porque además de acrecentar el desempleo, contribuirían al aumento de la violencia con el regreso de cientos de personas con antecedentes penales.
Esta nación centroamericana es una de las más peligrosas del mundo, con una tasa de homicidios de 68 por cada 100 mil habitantes, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que tasas mayores de 10 constituyen cifras de guerra.
En la "armónica alianza" sobresale el apoyo del gobierno istmeño a la intervención de Estados Unidos en Iraq, una guerra, que según organizaciones sociales, políticas y religiosas, nada tiene que ver con los salvadoreños, y lejos de eso pudiera comprometer la seguridad nacional.
El Salvador es el único país latinoamericano con presencia militar en suelo iraquí desde el año 2003.
¿Y qué brinda la potencia estadounidense al país istmeño? Después de los 12 años de guerra (1980-1992), por cierto orquestada por Washington, los indicadores sociales de la nación no muestran ningún signo alentador.
A la economía dolarizada desde 2001, se añade la vigencia de un Tratado de Libre Comercio que - afirman opositores - desangrará al país particularmente al agro, entre otros aspectos, por la asimetría para una verdadera competencia.
Por otro lado, las privatizaciones impulsadas por el gran capital financiero ponen en jaque lo poco que queda para los sectores más pobres, como ocurrirá con la aplicación de la ley de creación del Sistema Nacional de Salud, alerta el Colegio Médico.
A todo ello se añade que El Salvador es uno de los cuatro países del continente con más enfermos de VIH-SIDA; con más de 20 mil niños que trabajan para subsistir; con el 90 por ciento de sus aguas superficiales contaminadas.
Es la nación donde más caros se venden los medicamentos en el mundo, según una investigación del Observatorio de Políticas Públicas en Salud de la Universidad de El Salvador.
El candidato a la presidencia por el FMLN, Mauricio Funes aseguró este domingo que es imposible que el país siga siendo gobernado como hasta ahora.
Denunció que en los últimos 18 años de gobierno de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) sólo creció la pobreza, subieron los precios y bajaron los salarios.
ARENA con Saca al frente sabe de su desgaste, de la necesidad de cambio de las grandes mayorías, de la tendencia actual del electorado latinoamericano que nunca vio los beneficios de la dudosa alianza de los distintos gobiernos de la región con Estados Unidos.
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