Expresión de amor convertido en fe
Con un agradecimiento al pueblo de Cuba y a las autoridades religiosas
católicas; a la comunidad venezolana y a jefes de misiones diplomáticas
acreditadas en la Isla, se despidió el ministro de Relaciones Exteriores
venezolano Nicolás Maduro de la Catedral de La Habana, donde se celebró en la
tarde de ayer una misa de acción de gracias por la salud del Comandante Hugo
Rafael Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
Con la asistencia de cientos de personas, el Canciller
definió el momento como una "expresión de solidaridad en el amor,
convertido en fe, para acompañar con la oración sincera el proceso de
recuperación del Presidente Chávez, el cual confiamos que va a ser ascendente y
culminará con éxito verdadero".
Sobre el mandatario bolivariano informó que se encuentra
restableciéndose con buen ánimo, muy atento a todos los temas internacionales y
a la marcha de las diferentes misiones creadas en beneficio de su pueblo.
La "hermosa iniciativa" de la embajada de
Venezuela, según la calificó el Nuncio Apostólico Bruno Mussaró, quien ofició
la misa, contó con la participación del Cardenal Jaime Ortega Alamino,
Arzobispo de La Habana.
Junto al embajador venezolano Edgardo Antonio Ramírez se
encontraban miembros del gabinete ministerial bolivariano y una amplia
representación de residentes en Cuba del hermano país.
Por la parte cubana asistieron Bruno Rodríguez Parrilla y
Marcelino Medina González, ministro y viceministro primero de Relaciones
Exteriores de Cuba, respectivamente; Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de
Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central; Eusebio Leal Spengler,
Historiador de la Ciudad de La Habana, y familiares de los Cinco Héroes, entre
otros.
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