miércoles, diciembre 28, 2005

SESION SOLEMNE EN CONMEMORACION DE LA CONSTITUCIÓN DE LA REPUBLICA DE EL SALVADOR

(PALACIO LEGISLATIVO, 20 DE DICIEMBRE DE 2005)

Señores presidentes de los tres órganos fundamentales del Estado;
Señores Magistrados y Magistrados;
Señora Vicepresidenta de la República;
Colegas Diputados y Diputadas;
Diputados y Diputadas del Parlamento Centroamericano;
Señores y señoras Ministros y Presidentes de las Entidades Autónomas;
Señores y señoras Funcionarios y Funcionarias en general;
Señores y señoras del Cuerpo Diplomático acreditados en el país;
Invitados Especiales.



Hemos estado releyendo la Constitución:El artículo 1 establece que la persona humana es el origen y fin del Estado.
El artículo 101 dice que el orden económico debe responder esencialmente a la justicia social.
El 102 garantiza la libertad económica en lo que no se oponga al interés social.El 103 garantiza el derecho de propiedad privada en función social.
El 110, prohíbe los monopolios y las prácticas monopólicas.
El artículos 47 establece el derecho a sindicalización y manda que no se puede despedir a los directivos sindicales.
El 48 establece el derecho de huelga.Por este y otros artículos, podríamos decir que la Constitución vigente en nuestro país establece un Estado Constitucional y Social de Derecho.
Eso se ve reafirmado por el artículo 246 que establece que la Constitución prevalece sobre las leyes y reglamentos y que el interés público tiene primacía sobre el interés privado.
Para nosotros está claro que no es ésto lo que se vive, para nosotros está claro que el modelo neoliberal vigente desde hace años, desde que gobierna el partido ARENA, que proclama al mercado como el supremo hacedor y rector de todo lo que se hace y se deja de hacer, que proclama la ganancia y no la persona como el fin y objetivo del Estado, que proclama la superioridad del interés privado sobre el interés social y el interés público, ese modelo es contrario a la Constitución, viola la Constitución. Dicho en pocas palabras: el modelo neoliberal es inconstitucional.
Si nos adentramos un poco más y sin ánimo de agotar el tema en los pocos minutos que nos han reservado para intervenir:
El artículo 83 de la Constitución establece que la soberanía reside en el pueblo, que es el que mandata a los funcionarios, el que elige a sus representantes, pero la vida demuestra que se pueden adquirir voluntades una vez electos y dar la espalda al mandato ciudadano.
El artículo 84 define el territorio de la República y el 146 prohíbe tratados y concesiones que lesionen la integridad del territorio, la soberanía y la independencia y sin embargo, se han estado aprobando leyes que vulneran la soberanía, la independencia y prefieren el interés de monopolios y oligopolios tanto extranjeros como nacionales y sobre todo los extranjeros.
El TLC, la ley mal llamada de integración monetaria, que impuso la dolarización; el convenio que autorizó ceder un territorio a una base militar de los Estados Unidos en el Aeropuerto de Comalapa y extendió el derecho de su gobierno a enviar a nuestro país cualquier cantidad de tropas y armas cuando lo considere conveniente a sus intereses y a establecerse en cualquier parte del territorio nacional, viola por su puesto la disposición constitucional del artículo 147, que establece que cualquier decisión respecto a los límites territoriales de la República o cualquier referencia al territorio nacional requieren el voto de las tres cuartas partes de los diputados electos; todo esto se hizo sin embargo con 43 votos y también se hizo con 43 votos la limitación a 12 millas del mar territorial de El Salvador.
El artículo 135 dice que todo proyecto de ley y leo textualmente: “todo proyecto de ley después de discutido y aprobado se traslada al Presidente de la República, etcétera, etcétera…”, aquí dice después de discutido no después de negociado y mucho menos establece que se pueden aprobar leyes, como se ha estado haciendo en esta Asamblea, sin discusión y sin permitir el uso de la palabra a quienes queremos opinar al respecto.
El artículo 218 establece lo siguiente: “los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no de una fracción política determinada, no podrán prevalerse de sus cargos para hacer política partidista..” pero tenemos un Presidente de la República que es al mismo tiempo presidente del partido ARENA y que constantemente está haciendo propaganda a favor de su partido y tenemos un Ministro de Gobernación que hace lo mismo, que es un activista intenso de su partido y tenemos asimismo otros funcionarios en ese mismo papel.
Para qué mencionar otras cosas, que yo podría hacer aquí una lista larga, pero no hay tiempo, para qué mencionar por ejemplo que no habiéndose electo el Fiscal General de la República como manda la Constitución, por dos tercios de los votos de los diputados electos ¡no importa!, la fiscalía sigue funcionando con un personaje puesto allí a dedo, no por los dos tercios de los diputados.
Y podríamos alargar esta lista pero no es ese mi propósito, es hora de sacar alguna conclusión.
Y lo más preocupante de todo es que tampoco hay a quien acudir, con la seguridad de que estos preceptos constitucionales serán defendidos; la conclusión es muy evidente: Esta Constitución es una especie de cadáver insepulto, acribillado, apuñalado, que se saca cada año para ponerlo sobre la mesa y rendirle el homenaje del día de la Constitución. Si van a insistir con sus políticas, sus decisiones, “el yo hago lo que quiero”, si va a insistirse en ésto lo menos que se puede exigir es que sometan al conocimiento ciudadano la consulta de hacer otra Constitución a su medida totalmente, pero lo que es con ésta Constitución no caza ninguna de esas políticas y conductas, hacerle un homenaje cada año a la Constitución no corrige nada de esto, no establece un Estado Constitucional y Social de Derecho como lo manda la Constitución, tampoco convence a nadie de que aquí rige la seguridad jurídica, que pueden venirse a establecer con sus inversiones con toda tranquilidad.
Si nos refiriéramos a los Derechos Humanos habría todavía mucha tela que cortar.
No hay Constitución, hay voluntad arbitraria, hay el yo quiero, yo digo, yo impongo, solo está faltando que vuelvan a organizar y armar a la Guardia Nacional a la Policía de Hacienda y la Policía Nacional, solo eso está faltando.
Disculpen si molesté a sus oídos con estas palabras, pero yo en nombre de la Fracción Legislativa del FMLN, desafío a que sean rebatidas todas estas verdades.
Muchas gracias.

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