Mario Hubert Garrido
La Paz, 29 nov (PL) La campesina Teodocia Ruiz regresa hoy a su comunidad en el oriente boliviano con la mejor de las noticias: la nueva ley de tierras promulgada por el presidente Evo Morales pone fin al latifundio.
Visiblemente emocionada, asegura que solo la unidad de los movimientos sociales logró sepultar siglos de injusticia.
Teodocia se confunde entre los más de dos mil 500 indígenas que todavía festejan el triunfo, luego de marchar cientos de kilómetros y rodear al Palacio Quemado(gobierno) en demanda de la llamada Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria.
Al proclamar la nueva norma, aprobada minutos antes en el Senado gracias a la participación de tres legisladores de la oposición que permitió el quórum necesario, Morales alertó que los movimientos sociales ahora cuentan con un instrumento legal para acabar con los terratenientes del oriente.
También llamó a la unidad en movilizaciones de respaldo al gobierno y adelantó que, el próximo año, el Ejecutivo proclamará la nacionalización de otro importante recurso natural: los minerales.
La nueva distribución de la tierra es parte de un programa de la Revolución Agraria, que incluye además mecanización y mercado con productos ecológicos, explicó.
Asimismo recordó que las marchas en Bolivia como vía de protesta nunca han sido en vano.
"Se hizo la marcha por los hidrocarburos y ahora por la tierra. Seguramente necesitaremos algunas más para seguir avanzando y que nuestras movilizaciones permitan transformar viejas normas neoliberales";, agregó.
Morales criticó ataques de agrupaciones opositoras como los de Poder Democrático Social(Podemos), que encabeza el ex gobernante Jorge Quiroga.
También se refirió a la Asamblea Constituyente, donde los mismos partidos tradicionales realizan maniobras para hacer fracasar sus deliberaciones.
Adelantó que con la misma fuerza de ahora, los indígenas y campesinos podrían marchar y demandar que ese foro tome su rumbo.
Las modificaciones a la ley de tierras en Bolivia buscan recuperar las parcelas obtenidas de manera fraudulenta para redistribuirlas de manera equitativa entre quienes nunca tuvieron acceso a este recurso natural, según ese texto.
También establece la función económico social de las parcelas como requisito indispensable para revertir esas extensiones y redistribuirlas entre pueblos originarios.
El proyecto se encontraba empantanado en el legislativo debido a maniobras de partidos conservadores, entre ellas la retirada de la plenaria de sus senadores para afectar el quórum necesario.
Desde el pasado 31 de octubre, más de mil indígenas salieron desde Santa Cruz hacia La Paz para demandar la aprobación de esa norma que les favorece.
"Nada ni nadie impedirá nuestra exigencia de que se aprueben las modificaciones a la Ley de Tierras", sostuvo el presidente de la Confederación de Indígenas de Bolivia, Adolfo Chávez, patrocinador de esa protesta.
Los pueblos originarios exigen que se acelere la reversión de latifundios y acorten los trámites para la entrega de títulos de propiedad de parcelas.
La política agraria del gobierno boliviano sostiene que la reversión es un mecanismo para la recuperación de territorios que no cumplen una función socio-económica, así como los terrenos ilegales.
Por suparte, Santos Ramírez, presidente del Senado, calificó la jornada como histórica y recordó que en las ultimas sesiones también se aprobaron 44 contratos firmados por el ejecutivo y firmas petroleras que operan en el país.
Igual respuesta recibió un convenio bilateral con Venezuela, un proyecto de Presupuesto para 2007, y un crédito de 23 millones de dólares, otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para enfrentar emergencias climatológicas.
Para Alejandro Almaraz, viceministro de tierras, la nueva ley de reforma agraria permite al país recuperar terrenos, autonomía y dignidad.
Almaraz precisó que en lo adelante no habrá empresa agropecuaria improductiva y dijo que con esta norma se consagra en Bolivia la verdadera revolución democrática.
Según diversos analistas, el 28 de noviembre será recordado como un día emblemático para la historia de la nueva Bolivia, tal como lo fue el 1 de mayo, con la nacionalización de los hidrocarburos.
La Paz, 29 nov (PL) La campesina Teodocia Ruiz regresa hoy a su comunidad en el oriente boliviano con la mejor de las noticias: la nueva ley de tierras promulgada por el presidente Evo Morales pone fin al latifundio.
Visiblemente emocionada, asegura que solo la unidad de los movimientos sociales logró sepultar siglos de injusticia.
Teodocia se confunde entre los más de dos mil 500 indígenas que todavía festejan el triunfo, luego de marchar cientos de kilómetros y rodear al Palacio Quemado(gobierno) en demanda de la llamada Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria.
Al proclamar la nueva norma, aprobada minutos antes en el Senado gracias a la participación de tres legisladores de la oposición que permitió el quórum necesario, Morales alertó que los movimientos sociales ahora cuentan con un instrumento legal para acabar con los terratenientes del oriente.
También llamó a la unidad en movilizaciones de respaldo al gobierno y adelantó que, el próximo año, el Ejecutivo proclamará la nacionalización de otro importante recurso natural: los minerales.
La nueva distribución de la tierra es parte de un programa de la Revolución Agraria, que incluye además mecanización y mercado con productos ecológicos, explicó.
Asimismo recordó que las marchas en Bolivia como vía de protesta nunca han sido en vano.
"Se hizo la marcha por los hidrocarburos y ahora por la tierra. Seguramente necesitaremos algunas más para seguir avanzando y que nuestras movilizaciones permitan transformar viejas normas neoliberales";, agregó.
Morales criticó ataques de agrupaciones opositoras como los de Poder Democrático Social(Podemos), que encabeza el ex gobernante Jorge Quiroga.
También se refirió a la Asamblea Constituyente, donde los mismos partidos tradicionales realizan maniobras para hacer fracasar sus deliberaciones.
Adelantó que con la misma fuerza de ahora, los indígenas y campesinos podrían marchar y demandar que ese foro tome su rumbo.
Las modificaciones a la ley de tierras en Bolivia buscan recuperar las parcelas obtenidas de manera fraudulenta para redistribuirlas de manera equitativa entre quienes nunca tuvieron acceso a este recurso natural, según ese texto.
También establece la función económico social de las parcelas como requisito indispensable para revertir esas extensiones y redistribuirlas entre pueblos originarios.
El proyecto se encontraba empantanado en el legislativo debido a maniobras de partidos conservadores, entre ellas la retirada de la plenaria de sus senadores para afectar el quórum necesario.
Desde el pasado 31 de octubre, más de mil indígenas salieron desde Santa Cruz hacia La Paz para demandar la aprobación de esa norma que les favorece.
"Nada ni nadie impedirá nuestra exigencia de que se aprueben las modificaciones a la Ley de Tierras", sostuvo el presidente de la Confederación de Indígenas de Bolivia, Adolfo Chávez, patrocinador de esa protesta.
Los pueblos originarios exigen que se acelere la reversión de latifundios y acorten los trámites para la entrega de títulos de propiedad de parcelas.
La política agraria del gobierno boliviano sostiene que la reversión es un mecanismo para la recuperación de territorios que no cumplen una función socio-económica, así como los terrenos ilegales.
Por suparte, Santos Ramírez, presidente del Senado, calificó la jornada como histórica y recordó que en las ultimas sesiones también se aprobaron 44 contratos firmados por el ejecutivo y firmas petroleras que operan en el país.
Igual respuesta recibió un convenio bilateral con Venezuela, un proyecto de Presupuesto para 2007, y un crédito de 23 millones de dólares, otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para enfrentar emergencias climatológicas.
Para Alejandro Almaraz, viceministro de tierras, la nueva ley de reforma agraria permite al país recuperar terrenos, autonomía y dignidad.
Almaraz precisó que en lo adelante no habrá empresa agropecuaria improductiva y dijo que con esta norma se consagra en Bolivia la verdadera revolución democrática.
Según diversos analistas, el 28 de noviembre será recordado como un día emblemático para la historia de la nueva Bolivia, tal como lo fue el 1 de mayo, con la nacionalización de los hidrocarburos.
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