Gustavo Robreño Díaz*, E-Mail: serviex@prensa-latina.cu
Redacción Central (PL).- La polémica sobre la presencia de militares salvadoreños en Iraq se desató con nuevos bríos en esa nación centroamericana.
El detonante fueron las reiteradas declaraciones del presidente Elías Antonio Saca, de que su gobierno "podría considerar el envío de un nuevo contingente de tropas a Iraq".
Primeramente, durante una rueda de prensa en la Casa Presidencial, Saca dijo que su país "se identifica plenamente con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo", por lo que era posible la conformación de un nuevo contingente, "si las Naciones Unidas lo solicitan".
"El Salvador ha colaborado en Iraq con siete contingentes y sabemos que las Naciones Unidas está pidiendo extender el plazo de la presencia de las tropas extranjeras, mientras la situación se normaliza", subrayó el mandatario.
La condicionante de la posible solicitud de la ONU quedó despejada, avivando la llama de la disputa, cuando el Consejo de Seguridad aprobó el pasado 28 de noviembre una resolución para extender, por un año más, la presencia en Iraq de la fuerza multinacional desplegada en ese país.
Posteriormente, durante una visita a Estados Unidos, el presidente salvadoreño se manifestó "muy favorable" al envío de un octavo contingente de soldados de su país a Iraq, aunque supeditó la decisión a "garantías de seguridad para los militares".
"Creo que después de la petición de la ONU para el mantenimiento de las tropas, estoy considerando muy favorablemente el envío de un nuevo contingente a Iraq", declaró Saca a la prensa en Washington, donde recientemente efectuó una visita.
El dignatario centroamericano aseguró que tomaría la decisión definitiva "en las próximas dos semanas", aunque adelantó que "no podemos abandonar a un país donde todavía el trabajo no se ha terminado".
Saca ha insistido en que la presencia salvadoreña en Iraq reviste el carácter de "asistencia solidaria" y es "una muestra de gratitud" ante la ayuda recibida por El Salvador durante el conflicto armado que lo sacudió entre 1980 y 1992.
Hace ya varios meses el titular de Defensa, General Otto Alejandro Romero, había manifestado que "era posible que la misión se extendiera más allá de lo previsto".
Muertes más allá de la ley.
Estas declaraciones tienen lugar a pocos días de que expire este mes de diciembre el permiso concedido por la Asamblea Legislativa para que las tropas permanezcan en Iraq y retorne al país el VII Contingente del Batallón Cuscatlán, que partió el pasado mes de agosto.
De inmediato el opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) rechazó las declaraciones del presidente Saca y demandó "el urgente retorno de las tropas salvadoreñas".
Según el diputado y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, Carlos Alfredo castañeda, los resultados de las elecciones parciales en Estados Unidos demuestran que la guerra en Iraq "es una derrota, no sólo política, sino moral y ética".
Para el principal partido de oposición salvadoreño, "fue el pueblo norteamericano el que terminó de sepultar los argumentos falsos que tuvo Estados Unidos para invadir Iraq".
Es por ello, subrayó Castañeda, que adquiere carácter de "urgente" para El salvador el regreso de las tropas que están en Iraq. Sencillamente, dijo, "no tienen nada que hacer en esa nación árabe".
Sustenta el ex movimiento guerrillero que, al acompañar a Estados unidos en la ocupación de Iraq, El Salvador se erige en "cómplice de las masacres que está realizando el ejército norteamericano en contra de la población civil de ese país árabe".
En igual sentido se manifestó el arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz, quien pidió que se haga una revisión sobre la conveniencia de mantener "este sigo de coordinación con Estados Unidos, que no es un acuerdo definitivo ni una ayuda que pueda resolver algo en Iraq".
Por su parte, el derechista Partido de Conciliación Nacional (PCN), que respaldó la decisión inicial del gobierno de enviar tropas a Iraq, adelantó que próximamente dejará de hacerlo.
Según el diputado por esa agrupación política, Mario Ponce, "no vamos a apoyar la presencia de más tropas; éste es el último contingente, aunque Naciones Unidas esté pidiendo ampliación; ya pusimos nuestro sacrificio", aseguró.
El VII contingente del Batallón Cuscatlán, compuesto por 380 efectivos, realiza principalmente misiones de patrullaje y protección, aunque ha participado también en el adiestramiento de las nuevas fuerzas militares, policiales y de seguridad fronteriza iraquíes.
Las más recientes encuestas realizadas en ese país centroamericano muestran que un 70% la población se opone a la permanencia de las tropas en la guerra de Iraq, en la que han muerto cinco efectivos salvadoreños y más de 20 han resultado heridos.
El Salvador es el único país latinoamericano que mantiene tropas en Iraq, como parte de la coalición que, liderada por Estados Unidos, ocupa esa nación árabe desde agosto de 2003.
*El autor es Colaborador de Prensa Latina.
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