Alejandra Abarca & Bernabé Celis, SS 15 de diciembre 2006
1. El Legado de Schafik: Militancia e Identidad de Izquierda
Schafik Handal demostró ser un militante con ferrea identidad de izquierda sin miedo a denunciar con devastadora energía y cruel irreverencia los errores y horrores que la derecha cometió y sigue cometiendo en El Salvador y el mundo entero. Schafik crítico duramente a los dueños del país en sus propios medios de desinformación, y no les quedo mas remedio que demonizarlo. Pero en esa guerra política los oligarcas y sus medios perdieron totalmente y paradójicamente la victoria descomunal de Schafik la vimos en el homenaje a su muerte que lo inmortalizo: El ritual y los rituales que una gran parte de la población salvadoreña celebró, interna e internacionalmente durante las semanas de sus exequias, demostraron que la demonización desembocó en canonización de una clara identidad de izquierda. Ahora su tumba se ha convertido en un lugar de peregrinaje, lo cual potencia la continuación de la lucha cultural de nuestros mártires paradigmas, trascendiendo la izquierda e inspirando y activando a toda clase de humanistas.
Las devastadoras movilizaciones que aplastaron la demonización de Schafik, al convertirlo en el icono simbólico de la identidad de la izquierda contemporánea en El Salvador, y un paradigma de lucha contra la cultura imperial capitalista en América Latina; también demostraron una derrota descomunal del anti-comunismo y anti-PC:ismo como campaña política central del terrorismo mediático de la derecha. Seguirán sufriendo y tendrán que ingeniar nuevos métodos de terror para poder mantener un poder que paulatinamente se les escapa de las manos. Y más ahora que el crecimiento a nivel continental de la movilización sociopolítica-cultural esta transformando la cultura heredada del poder colonial en una cultura de poder popular. NO hay duda que el peor trauma psicológico lo están sufriendo los 'renovadores', pues al separarse de la identidad de izquierda pasaron a la dimensión de la nada y al inframundo de los nadie en la cultura nacional e internacional y para colmo, tendrán que imaginar sus funerales en el océano del olvido. De ahí que el legado de Schafik significa dinamizar esa identidad de izquierda de manera frontal y sin medias tintas contra la derecha, que lucha por mantener la cultura imperial capitalista y sus privilegios.
Dinamizar el legado de Schafik como militantes/dirigentes de izquierda significa NO tener miedo y expresar con claridad que estamos desarrollando una lucha contra la cultura imperial capitalista a través de la dialéctica de lo electoral–insurreccional: en la arena política al seno del estado y en la arena sociocultural fuera del estado. Son 2 vías necesarias para transformar el status quo en una cultura Socialista de Poder Popular. Tal lucha la imponen las tradiciones de la cultura imperial capitalista y su terrorismo de estado que no respeta nada. Un ejemplo claro del irrespeto por la humanidad son los sucesos del 5 julio 2006, donde la derecha maniobró para desprestigiar al FMLN, y no les importo asesinar a miembros de la PNC y herir a trabajadores de la UES. ¿Como hubiera reaccionado Schafik ante esta situación? NO dudamos que con devastadora energía y cruel irreverencia hubiera responsabilizado a la derecha por tal brutalidad. Schafik comprendió que estas dos vías de accionar sociocultural son necesarias para generar cambios en el ejercicio del poder que las elites capitalistas han globalizado y el principal ejemplo lo comprobó en Bolivia, donde el 22 enero 2006 insto a tod@s los militantes de izquierda a sumarse a esa lucha.
Schafik no alcanzo a contarnos la hazaña del MAS: un Partido de Movimientos que a través de la dialéctica elección-insurrección, derrumbó dos presidentes al servicio de la elites del capital internacional y tomó el gobierno y el estado Boliviano, asestándole la peor derrota a la cultura imperial capitalista. El MAS continúa su lucha cultural y la movilización permanente para defender este triunfo popular histórico, pues es la primera vez en 500 años de colonialismo, que en Bolivia y América tenemos un presidente originario-popular. Esta revolución revela como la izquierda y su lucha, y por ende el FMLN, tiene planteada una perspectiva . . .
2. La perspectiva del FMLN:
La Subversión Cultural de la Guerrilla 'Desarmada'
Insistimos que la guerra en El Salvador solo cambio su característica central: de ser militar pasó a ser política: " la política es la continuación de la guerra por otros medios". Esta vieja-nueva dimensión de la guerra no fue imaginada al seno del FMLN debido al abrupto y poco analizado y discutido transito a la post-guerra. Hubo exceso de confianza y someramente se planteó la transformación a un partido unificado pero sin definir caminos, y disolver las organizaciones político-militares en un partido, creó más fragmentación que unificación. Pero de la experiencia de crear un ejército militar para la guerra es posible crear un ejército político para la post-guerra o guerra política.
En la guerra militar el FMLN desarrolló una guerra de guerrillas en los remedos de montaña que tiene el país: de Guazapa a la Guacamaya. Esta fue una "guerra de maniobras": de un asalto armado frontal sobre el estado. En la guerra política el FMLN, debe convertirse en una guerrilla 'desarmada' de las armas usadas en la guerra convencional pero ejerciendo el legitimo derecho al uso de la fuerza y la violencia popular contra el terrorismo de estado. Y en contraste a la guerra militar se debe desarrollar una "guerra de posiciones" basada en un proceso de "subversión cultural" que transforme los sistemas de valores occidentales, la moralidad individual y las relaciones sociales para crear poder de forma progresiva en los territorios sede de los movimientos sociales, comités de base/células o Municipios gobernados por el FMLN, es decir: Poderes Populares Locales.
Las principales unidades de la 'guerrilla desarmada' son los diversos movimientos socioculturales que desplazados en los territorios al construir Poderes Populares Locales, estarán subvirtiendo a los poderes establecidos e irán construyendo una nueva cultura de ejercicio del poder y gobierno en el país. Su táctica principal será la movilización permanente y su máximo impacto se dará al implementar una serie de cercos permanentes y/o intermitentes a las ciudades. El cerco de las ciudades se complementa con la toma de instituciones estatales, puestos de policía, plazas, etc tendientes a paralizar los sistemas de dominación de la derecha y abrir espacios a la construcción del Poder Popular. De esas ideas, insistimos en que el FMLN debe convertirse en un Partido de Movimientos. En el primer decenio de la guerra política, el FMLN consumió los movimientos que re-iniciaron esta cultura de movilización e irreverencia contra los poderes establecidos: los médicos y sus marchas blancas son un buen ejemplo. De tal experiencia, el FMLN debe lanzarse a la creación de movimientos para potenciar la 'subversión cultural' que se concretiza a través de una amplia "alfabetización política" de la población.
La principal dinámica de la subversión cultural se expresa a través de la alfabetización política que es más urgente al seno de las clases y estratos más pobres, pues son las que paradójicamente representan bases del voto duro y accionar radicalizado de ARENA. Paradójicamente, el FMLN es considerado un partido de clase media. Y esto NO es nuevo, en la guerra militar las bases del ejército guerrillero y estatal pertenecían a las mismas clases bajas, y aún así estuvo presente el discurso de la lucha de clases. Pero debido a que la derecha esta conformada por todas las clases sociales, incluyendo amplios sectores de los más pobres de los pobres, y en analogía, la izquierda presenta una estructura similar incluyendo elementos de los menos ricos de los ricos; en la guerra política es visible una transformación a una lucha de culturas o lucha cultural entre La Izquierda y la Derecha, como 2 sujetos sociopolíticos policlasistas y multigeneracionales portadores de 2 culturas antagónicas, incompatibles e inconciliables.
De esa realidad, vemos a La Derecha como un movimiento sociopolítico-cultural amplio y poderoso que domina gran parte del planeta a través de la histórica imposición imperial de la cultura occidental. En América la hemos sufrido a través del colonialismo, las dictaduras militares y la democracia liberal que han legalizado e institucionalizado los regimenes de terrorismo de estado y continúan desarrollando dinámicas neocoloniales y la dictadura capitalista. Fue a través del terrorismo de estado que nos convirtieron en cristianos, nos obligaron a pensar individualistamente en términos de mercado y mercancía, aprendimos a comportarnos de acuerdo a normas, tradiciones y a comunicarnos en idiomas occidentales. Estos son, entre otros, los principales sistemas de valores de la cultura occidental que se continúan reproduciendo y dinamizando a través de los estados nacionales, empresas nacionales y transnacionales, las elites financieras e industriales, los partidos políticos y movimientos sociales, sindicatos, empleados públicos y privados, campesinos, artistas, deportistas, etc. Internacionalmente, la derecha esta integrada y estructurada por organizaciones e individuos de todas las clases y estratos sociales que son portadores, reproductores y defensores de la cultura imperial capitalista.
Diametralmente opuesta a la derecha, vemos a La Izquierda como un movimiento sociopolítico-cultural amplio que resiste y lucha contra la dominancia de la cultura imperial capitalista. En su desarrollo, la Izquierda se ha impregnado de la cultura originaria que tiende a la convivencia armoniosa y equilibrada con la madre tierra-naturaleza, la autonomía y el autogobierno de las naciones basada en el respeto a los derechos, la igualdad y la solidaridad entre los humanos. Estos principios culturales se conjugan en una lucha multidimensional para quebrar la herencia colonial y transformar el status quo en una cultura Socialista de Poder Popular. La Izquierda también esta integrada y conformada por personas de todas las clases sociales, algunos estados nacionales como Cuba, Venezuela y Bolivia y algunas de sus empresas estatales, partidos políticos, movimientos sociales y originarios, sindicatos, trabajadores públicos y privados, campesinos, artistas, deportistas, etc. Por eso, la cultura Socialista de Poder Popular expresa una unidad de la diversidad étnica y sociocultural de los movimientos de la izquierda Americana, es una visión de igualdad entre los humanos hacia la sociedad sin clases sociales.
Schafik nos dio un ejemplo de como la persona aporta a la visión Marxista de las sociedades sin clases sociales al despojarse de su extracción y status de clase alta y de su origen étnico. Tampoco se proletarizo, pues la sociedad sin clases, rechaza cualquier tipo de dictadura a través del autogobierno popular. Esto NO significa rechazar nuestros orígenes como personas, sino adquirir una identidad de izquierda impregnada de la cultura de la igualdad que sustenta al socialismo. Como militantes de izquierda debemos descolonizarnos despojándonos de los valores occidentales en general y de los que crean la problemática interna del FMLN en particular: El personalismo y protagonismo explotado por los medios desinformativos de la derecha, la pretensión de ser politólogos o una clase alta de "políticos profesionales" de saco y corbata con altos salarios, 'los renovadores', que los impulsa a una clase social alta al seno de la izquierda y la sociedad. Fue la identidad izquierdista de Schafik la que izquierdizo y movilizo grandes multitudes donde se disolvieron las clases sociales en una sola corriente de rechazo a la cultura terrorista y depredadora de la derecha, de ahí le queda planteada al FMLN, la perspectiva de movilizar esas multitudes para tomar el poder y construir la cultura socialista de poder popular.
La lucha cultural tiene un buen ejemplo en Bolivia, donde la lucha histórica de sus pueblos originarios ha logrado conservar gran parte de las culturas originarias y donde la incompatibilidad con occidente se ha demostrado a lo largo de los 500 años de colonialismo. Las revoluciones de la lucha cultural desembocan en una Democracia Autóctona que expresa una soberanía popular descentralizada y plural que se apodera del estado. Esto implica que los diversos movimientos socioculturales construyen una concepción de hegemonía, es la construcción desde abajo de una voluntad colectiva que busca la unidad de la diversidad de sujetos políticos autónomos y colectivos que articulados forman el autogobierno popular. El movimiento V Republica y la revolución Bolivariana de Venezuela también brindan ejemplo de la lucha contra la cultura imperial capitalista.
Estamos iniciando del debate sobre la teoría de la lucha cultural, mientras nuestras realidades nos den más elementos para estructurarla, debemos estar conscientes que la cultura guerrillera Latinoamericana esta presente y se ampliara cuando el imperialismo no acepte, reprima y se imponga sobre las victorias electorales y socioculturales de los movimientos populares de izquierda. De ahí que es un imperativo defender la victoria electoral con la insurreccional movilización permanente y desarrollar actividad militar 'desarmada' para consolidar los poderes populares. En ese sentido saludamos al FMLN y a los movimientos sociales en la realización de la XXII Convención Nacional el 17 de diciembre 2006 y el XIII Encuentro del Foro de São Paulo el 12-16 de enero 2007. Vemos estos eventos como 2 momentos fundacionales de la articulación del FMLN como Partido de Movimientos a nivel nacional- centroamericano y la articulación de este a la revolución Bolivariana continental.
1. El Legado de Schafik: Militancia e Identidad de Izquierda
Schafik Handal demostró ser un militante con ferrea identidad de izquierda sin miedo a denunciar con devastadora energía y cruel irreverencia los errores y horrores que la derecha cometió y sigue cometiendo en El Salvador y el mundo entero. Schafik crítico duramente a los dueños del país en sus propios medios de desinformación, y no les quedo mas remedio que demonizarlo. Pero en esa guerra política los oligarcas y sus medios perdieron totalmente y paradójicamente la victoria descomunal de Schafik la vimos en el homenaje a su muerte que lo inmortalizo: El ritual y los rituales que una gran parte de la población salvadoreña celebró, interna e internacionalmente durante las semanas de sus exequias, demostraron que la demonización desembocó en canonización de una clara identidad de izquierda. Ahora su tumba se ha convertido en un lugar de peregrinaje, lo cual potencia la continuación de la lucha cultural de nuestros mártires paradigmas, trascendiendo la izquierda e inspirando y activando a toda clase de humanistas.
Las devastadoras movilizaciones que aplastaron la demonización de Schafik, al convertirlo en el icono simbólico de la identidad de la izquierda contemporánea en El Salvador, y un paradigma de lucha contra la cultura imperial capitalista en América Latina; también demostraron una derrota descomunal del anti-comunismo y anti-PC:ismo como campaña política central del terrorismo mediático de la derecha. Seguirán sufriendo y tendrán que ingeniar nuevos métodos de terror para poder mantener un poder que paulatinamente se les escapa de las manos. Y más ahora que el crecimiento a nivel continental de la movilización sociopolítica-cultural esta transformando la cultura heredada del poder colonial en una cultura de poder popular. NO hay duda que el peor trauma psicológico lo están sufriendo los 'renovadores', pues al separarse de la identidad de izquierda pasaron a la dimensión de la nada y al inframundo de los nadie en la cultura nacional e internacional y para colmo, tendrán que imaginar sus funerales en el océano del olvido. De ahí que el legado de Schafik significa dinamizar esa identidad de izquierda de manera frontal y sin medias tintas contra la derecha, que lucha por mantener la cultura imperial capitalista y sus privilegios.
Dinamizar el legado de Schafik como militantes/dirigentes de izquierda significa NO tener miedo y expresar con claridad que estamos desarrollando una lucha contra la cultura imperial capitalista a través de la dialéctica de lo electoral–insurreccional: en la arena política al seno del estado y en la arena sociocultural fuera del estado. Son 2 vías necesarias para transformar el status quo en una cultura Socialista de Poder Popular. Tal lucha la imponen las tradiciones de la cultura imperial capitalista y su terrorismo de estado que no respeta nada. Un ejemplo claro del irrespeto por la humanidad son los sucesos del 5 julio 2006, donde la derecha maniobró para desprestigiar al FMLN, y no les importo asesinar a miembros de la PNC y herir a trabajadores de la UES. ¿Como hubiera reaccionado Schafik ante esta situación? NO dudamos que con devastadora energía y cruel irreverencia hubiera responsabilizado a la derecha por tal brutalidad. Schafik comprendió que estas dos vías de accionar sociocultural son necesarias para generar cambios en el ejercicio del poder que las elites capitalistas han globalizado y el principal ejemplo lo comprobó en Bolivia, donde el 22 enero 2006 insto a tod@s los militantes de izquierda a sumarse a esa lucha.
Schafik no alcanzo a contarnos la hazaña del MAS: un Partido de Movimientos que a través de la dialéctica elección-insurrección, derrumbó dos presidentes al servicio de la elites del capital internacional y tomó el gobierno y el estado Boliviano, asestándole la peor derrota a la cultura imperial capitalista. El MAS continúa su lucha cultural y la movilización permanente para defender este triunfo popular histórico, pues es la primera vez en 500 años de colonialismo, que en Bolivia y América tenemos un presidente originario-popular. Esta revolución revela como la izquierda y su lucha, y por ende el FMLN, tiene planteada una perspectiva . . .
2. La perspectiva del FMLN:
La Subversión Cultural de la Guerrilla 'Desarmada'
Insistimos que la guerra en El Salvador solo cambio su característica central: de ser militar pasó a ser política: " la política es la continuación de la guerra por otros medios". Esta vieja-nueva dimensión de la guerra no fue imaginada al seno del FMLN debido al abrupto y poco analizado y discutido transito a la post-guerra. Hubo exceso de confianza y someramente se planteó la transformación a un partido unificado pero sin definir caminos, y disolver las organizaciones político-militares en un partido, creó más fragmentación que unificación. Pero de la experiencia de crear un ejército militar para la guerra es posible crear un ejército político para la post-guerra o guerra política.
En la guerra militar el FMLN desarrolló una guerra de guerrillas en los remedos de montaña que tiene el país: de Guazapa a la Guacamaya. Esta fue una "guerra de maniobras": de un asalto armado frontal sobre el estado. En la guerra política el FMLN, debe convertirse en una guerrilla 'desarmada' de las armas usadas en la guerra convencional pero ejerciendo el legitimo derecho al uso de la fuerza y la violencia popular contra el terrorismo de estado. Y en contraste a la guerra militar se debe desarrollar una "guerra de posiciones" basada en un proceso de "subversión cultural" que transforme los sistemas de valores occidentales, la moralidad individual y las relaciones sociales para crear poder de forma progresiva en los territorios sede de los movimientos sociales, comités de base/células o Municipios gobernados por el FMLN, es decir: Poderes Populares Locales.
Las principales unidades de la 'guerrilla desarmada' son los diversos movimientos socioculturales que desplazados en los territorios al construir Poderes Populares Locales, estarán subvirtiendo a los poderes establecidos e irán construyendo una nueva cultura de ejercicio del poder y gobierno en el país. Su táctica principal será la movilización permanente y su máximo impacto se dará al implementar una serie de cercos permanentes y/o intermitentes a las ciudades. El cerco de las ciudades se complementa con la toma de instituciones estatales, puestos de policía, plazas, etc tendientes a paralizar los sistemas de dominación de la derecha y abrir espacios a la construcción del Poder Popular. De esas ideas, insistimos en que el FMLN debe convertirse en un Partido de Movimientos. En el primer decenio de la guerra política, el FMLN consumió los movimientos que re-iniciaron esta cultura de movilización e irreverencia contra los poderes establecidos: los médicos y sus marchas blancas son un buen ejemplo. De tal experiencia, el FMLN debe lanzarse a la creación de movimientos para potenciar la 'subversión cultural' que se concretiza a través de una amplia "alfabetización política" de la población.
La principal dinámica de la subversión cultural se expresa a través de la alfabetización política que es más urgente al seno de las clases y estratos más pobres, pues son las que paradójicamente representan bases del voto duro y accionar radicalizado de ARENA. Paradójicamente, el FMLN es considerado un partido de clase media. Y esto NO es nuevo, en la guerra militar las bases del ejército guerrillero y estatal pertenecían a las mismas clases bajas, y aún así estuvo presente el discurso de la lucha de clases. Pero debido a que la derecha esta conformada por todas las clases sociales, incluyendo amplios sectores de los más pobres de los pobres, y en analogía, la izquierda presenta una estructura similar incluyendo elementos de los menos ricos de los ricos; en la guerra política es visible una transformación a una lucha de culturas o lucha cultural entre La Izquierda y la Derecha, como 2 sujetos sociopolíticos policlasistas y multigeneracionales portadores de 2 culturas antagónicas, incompatibles e inconciliables.
De esa realidad, vemos a La Derecha como un movimiento sociopolítico-cultural amplio y poderoso que domina gran parte del planeta a través de la histórica imposición imperial de la cultura occidental. En América la hemos sufrido a través del colonialismo, las dictaduras militares y la democracia liberal que han legalizado e institucionalizado los regimenes de terrorismo de estado y continúan desarrollando dinámicas neocoloniales y la dictadura capitalista. Fue a través del terrorismo de estado que nos convirtieron en cristianos, nos obligaron a pensar individualistamente en términos de mercado y mercancía, aprendimos a comportarnos de acuerdo a normas, tradiciones y a comunicarnos en idiomas occidentales. Estos son, entre otros, los principales sistemas de valores de la cultura occidental que se continúan reproduciendo y dinamizando a través de los estados nacionales, empresas nacionales y transnacionales, las elites financieras e industriales, los partidos políticos y movimientos sociales, sindicatos, empleados públicos y privados, campesinos, artistas, deportistas, etc. Internacionalmente, la derecha esta integrada y estructurada por organizaciones e individuos de todas las clases y estratos sociales que son portadores, reproductores y defensores de la cultura imperial capitalista.
Diametralmente opuesta a la derecha, vemos a La Izquierda como un movimiento sociopolítico-cultural amplio que resiste y lucha contra la dominancia de la cultura imperial capitalista. En su desarrollo, la Izquierda se ha impregnado de la cultura originaria que tiende a la convivencia armoniosa y equilibrada con la madre tierra-naturaleza, la autonomía y el autogobierno de las naciones basada en el respeto a los derechos, la igualdad y la solidaridad entre los humanos. Estos principios culturales se conjugan en una lucha multidimensional para quebrar la herencia colonial y transformar el status quo en una cultura Socialista de Poder Popular. La Izquierda también esta integrada y conformada por personas de todas las clases sociales, algunos estados nacionales como Cuba, Venezuela y Bolivia y algunas de sus empresas estatales, partidos políticos, movimientos sociales y originarios, sindicatos, trabajadores públicos y privados, campesinos, artistas, deportistas, etc. Por eso, la cultura Socialista de Poder Popular expresa una unidad de la diversidad étnica y sociocultural de los movimientos de la izquierda Americana, es una visión de igualdad entre los humanos hacia la sociedad sin clases sociales.
Schafik nos dio un ejemplo de como la persona aporta a la visión Marxista de las sociedades sin clases sociales al despojarse de su extracción y status de clase alta y de su origen étnico. Tampoco se proletarizo, pues la sociedad sin clases, rechaza cualquier tipo de dictadura a través del autogobierno popular. Esto NO significa rechazar nuestros orígenes como personas, sino adquirir una identidad de izquierda impregnada de la cultura de la igualdad que sustenta al socialismo. Como militantes de izquierda debemos descolonizarnos despojándonos de los valores occidentales en general y de los que crean la problemática interna del FMLN en particular: El personalismo y protagonismo explotado por los medios desinformativos de la derecha, la pretensión de ser politólogos o una clase alta de "políticos profesionales" de saco y corbata con altos salarios, 'los renovadores', que los impulsa a una clase social alta al seno de la izquierda y la sociedad. Fue la identidad izquierdista de Schafik la que izquierdizo y movilizo grandes multitudes donde se disolvieron las clases sociales en una sola corriente de rechazo a la cultura terrorista y depredadora de la derecha, de ahí le queda planteada al FMLN, la perspectiva de movilizar esas multitudes para tomar el poder y construir la cultura socialista de poder popular.
La lucha cultural tiene un buen ejemplo en Bolivia, donde la lucha histórica de sus pueblos originarios ha logrado conservar gran parte de las culturas originarias y donde la incompatibilidad con occidente se ha demostrado a lo largo de los 500 años de colonialismo. Las revoluciones de la lucha cultural desembocan en una Democracia Autóctona que expresa una soberanía popular descentralizada y plural que se apodera del estado. Esto implica que los diversos movimientos socioculturales construyen una concepción de hegemonía, es la construcción desde abajo de una voluntad colectiva que busca la unidad de la diversidad de sujetos políticos autónomos y colectivos que articulados forman el autogobierno popular. El movimiento V Republica y la revolución Bolivariana de Venezuela también brindan ejemplo de la lucha contra la cultura imperial capitalista.
Estamos iniciando del debate sobre la teoría de la lucha cultural, mientras nuestras realidades nos den más elementos para estructurarla, debemos estar conscientes que la cultura guerrillera Latinoamericana esta presente y se ampliara cuando el imperialismo no acepte, reprima y se imponga sobre las victorias electorales y socioculturales de los movimientos populares de izquierda. De ahí que es un imperativo defender la victoria electoral con la insurreccional movilización permanente y desarrollar actividad militar 'desarmada' para consolidar los poderes populares. En ese sentido saludamos al FMLN y a los movimientos sociales en la realización de la XXII Convención Nacional el 17 de diciembre 2006 y el XIII Encuentro del Foro de São Paulo el 12-16 de enero 2007. Vemos estos eventos como 2 momentos fundacionales de la articulación del FMLN como Partido de Movimientos a nivel nacional- centroamericano y la articulación de este a la revolución Bolivariana continental.
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