San Salvador, 25 feb (PL) La aprobación de la Ley de Medicamentos, postergada por casi una década por la derecha, sacudió esta semana a El Salvador, envuelto en las expectativas de las próximas elecciones.
La Asamblea Legislativa acordó la norma con 80 de sus 84 escaños, sin abstenciones ni votos en contra, en una sorprendente casi unanimidad sobre un proyecto que, en distintas formas, no había superado el debate en comisiones desde 2002.
Es una victoria para el pueblo salvadoreño y la salud pública, afirmó el miércoles el diputado Guillermo Mata, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido principal defensor del proyecto.
La Asamblea Legislativa acordó la norma con 80 de sus 84 escaños, sin abstenciones ni votos en contra, en una sorprendente casi unanimidad sobre un proyecto que, en distintas formas, no había superado el debate en comisiones desde 2002.
Es una victoria para el pueblo salvadoreño y la salud pública, afirmó el miércoles el diputado Guillermo Mata, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido principal defensor del proyecto.
Un comunicado oficial confirmó que en los dos primeros días de la semana representantes de varias bancadas se reunieron en la Casa Presidencial para consensuar un proyecto que superara los argumentos en contra. En la plenaria del miércoles fue presentado el dictamen en torno a la iniciativa sin las firmas de los diputados de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), en un último esfuerzo de esta por impedir se incluyera en la agenda. Legisladores del FMLN recordaron que al menos dos expresidentes de ARENA, Alfredo Cristiani y Antonio Saca, tienen grandes intereses en la industria farmacéutica del país.
El control del mercado y legislaciones anteriores han hecho de los precios de los medicamentos en El Salvador los más altos del mundo, una realidad aceptada por todas las fuerzas políticas y sociales de la nación.
Un estudio de la Universidad de El Salvador (UES) y las autoridades arrojó que los índices de ganancia para las medicinas de marca son de hasta cinco mil por ciento, mientras que para las genéricas, llega a tres mil.
Mata explicó que el mejor impacto para la población es que podrá contar con medicinas de calidad a precios accesibles y mayor cobertura de estos en los hospitales públicos, donde su entrega es gratuita.
A manera de ejemplo, señaló que un genérico, cuyo precio actual es de 8,96 dólares -moneda de curso legal en el país desde 2001-, cuando entre en vigencia la ley su costo al público descenderá de 6,20 a 3,72.
El legislador explicó que con las nuevas regulaciones el Ministerio de Salud y el Instituto Salvadoreño del Seguro Social podrán elevar sustancialmente el abastecimiento a los hospitales, con igual cantidad de dinero.
El presidente Mauricio Funes y la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, aplaudieron la decisión del parlamento, que, subrayó el mandatario, favorecerá a los sectores de menos ingresos.
Los gremios de la empresa privada comenzaron de inmediato una campaña de presiones solicitando al Presidente no sancionar la ley y devolverla a la Asamblea, no mediante el veto, sino con observaciones, con lo cual su entrada en vigencia podría demorarse de manera impredecible.
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