María Julia Mayoral González
Redacción Central, 23 feb (PL) El candidato presidencial por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, lleva las de ganar en las elecciones del 15 de marzo, confirman los acontecimientos más recientes en El Salvador.
Índices sobre las intenciones de voto, dados a conocer en las últimas horas, señalan que el aspirante por la agrupación ex guerrillera sobrepasa en aproximadamente 11 puntos porcentuales al postulado por el gobernante Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Rodrigo Ávila.
Según el estudio de CS-Sondea, Funes cuenta con 41,3 por ciento de las preferencias y Ávila con 30,1; en tanto, la proporción de indecisos se mantiene en cerca del 28 por ciento.
El sondeo también reconoce las inconformidades generalizadas entre los ciudadanos por el costo de la vida, la carencia de empleos y la inseguridad ciudadana, cuestiones consideradas aquí como principales problemas de la nación.
De cumplirse el pronóstico de la encuesta, aplicada entre el 5 y el 13 de febrero, los cercanos comicios presidenciales contarán con elevada participación ciudadana: el 80 por ciento de los entrevistados anunció sus deseos de votar y el 66 por ciento dijo estar muy interesado.
Pero más allá de las cifras, los hechos señalan el respaldo popular al FMLN, convertido en la principal fuerza política del país tras las elecciones municipales y legislativas de enero, opinan analistas internos.
Los proyectos presentados recientemente por Funes en materia de salud, generación de empleo y atención especializada a las mujeres recibieron una alta aceptación, destacan representantes de distintos sectores sociales.
Nuevos alcaldes de otros partidos y productores pecuarios en el norte del país expresaron su adhesión al Frente; igual postura proclamaron hace poco más de 600 líderes evangélicos, integrantes de la Unión de Iglesias Cristianas Salvadoreñas.
Uno de los principales ganaderos del norteño departamento de Chalatenango, Daniel Aguilar, recordó en un acto público que “nunca logramos el apoyo de los gobiernos de ARENA”, a pesar, dijo, de haberse reunido con el Presidente de la República y el candidato por ese partido.
“Por eso, subrayó, decimos que ha llegado el momento de realizar el cambio.”
Para el alcalde del municipio de San Francisco Morazán y dirigente local del Partido de Conciliación Nacional, Otsmaro Alvarenga, el momento es de “armarnos de valor” y de votar por Funes.
También dirigentes municipales y departamentales del Partido Social Demócrata (PSD) suscribieron hace apenas unos días la declaración “Alianza para la Democracia y Justicia Social”, para sellar su respaldo al FMLN.
El secretario general del PSD, Jorge Meléndez, precisó que el entendimiento se debe a la existencia de puntos comunes en aspectos como derechos humanos y participación ciudadana.
Esa nueva alianza, explicó Funes, constituye un hecho histórico debido al momento que vive el país, pues por primera vez se le presenta a la izquierda salvadoreña la oportunidad de llegar al poder.
Mientras tanto, la derecha sigue su ofensiva para reforzar pactos entre las cúpulas de los partidos tradicionales y amplía la divulgación de sus promesas electorales.
Redobla igualmente la campaña de difamaciones contra el FMLN, denuncian dirigentes de la izquierda, quienes califican el hecho como terrorismo para “sembrar miedo”.
Redacción Central, 23 feb (PL) El candidato presidencial por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, lleva las de ganar en las elecciones del 15 de marzo, confirman los acontecimientos más recientes en El Salvador.
Índices sobre las intenciones de voto, dados a conocer en las últimas horas, señalan que el aspirante por la agrupación ex guerrillera sobrepasa en aproximadamente 11 puntos porcentuales al postulado por el gobernante Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Rodrigo Ávila.
Según el estudio de CS-Sondea, Funes cuenta con 41,3 por ciento de las preferencias y Ávila con 30,1; en tanto, la proporción de indecisos se mantiene en cerca del 28 por ciento.
El sondeo también reconoce las inconformidades generalizadas entre los ciudadanos por el costo de la vida, la carencia de empleos y la inseguridad ciudadana, cuestiones consideradas aquí como principales problemas de la nación.
De cumplirse el pronóstico de la encuesta, aplicada entre el 5 y el 13 de febrero, los cercanos comicios presidenciales contarán con elevada participación ciudadana: el 80 por ciento de los entrevistados anunció sus deseos de votar y el 66 por ciento dijo estar muy interesado.
Pero más allá de las cifras, los hechos señalan el respaldo popular al FMLN, convertido en la principal fuerza política del país tras las elecciones municipales y legislativas de enero, opinan analistas internos.
Los proyectos presentados recientemente por Funes en materia de salud, generación de empleo y atención especializada a las mujeres recibieron una alta aceptación, destacan representantes de distintos sectores sociales.
Nuevos alcaldes de otros partidos y productores pecuarios en el norte del país expresaron su adhesión al Frente; igual postura proclamaron hace poco más de 600 líderes evangélicos, integrantes de la Unión de Iglesias Cristianas Salvadoreñas.
Uno de los principales ganaderos del norteño departamento de Chalatenango, Daniel Aguilar, recordó en un acto público que “nunca logramos el apoyo de los gobiernos de ARENA”, a pesar, dijo, de haberse reunido con el Presidente de la República y el candidato por ese partido.
“Por eso, subrayó, decimos que ha llegado el momento de realizar el cambio.”
Para el alcalde del municipio de San Francisco Morazán y dirigente local del Partido de Conciliación Nacional, Otsmaro Alvarenga, el momento es de “armarnos de valor” y de votar por Funes.
También dirigentes municipales y departamentales del Partido Social Demócrata (PSD) suscribieron hace apenas unos días la declaración “Alianza para la Democracia y Justicia Social”, para sellar su respaldo al FMLN.
El secretario general del PSD, Jorge Meléndez, precisó que el entendimiento se debe a la existencia de puntos comunes en aspectos como derechos humanos y participación ciudadana.
Esa nueva alianza, explicó Funes, constituye un hecho histórico debido al momento que vive el país, pues por primera vez se le presenta a la izquierda salvadoreña la oportunidad de llegar al poder.
Mientras tanto, la derecha sigue su ofensiva para reforzar pactos entre las cúpulas de los partidos tradicionales y amplía la divulgación de sus promesas electorales.
Redobla igualmente la campaña de difamaciones contra el FMLN, denuncian dirigentes de la izquierda, quienes califican el hecho como terrorismo para “sembrar miedo”.
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