Diario Co-Latino
La alta dirigencia del partido opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) condenó y repudió el asesinato de dos agentes de la División de antimotines, de la Policía Nacional Civil (UMO-PNC).
La condena y el repudio es sumamente importante, y necesaria, no sólo por las dudas y perspicacias que han aflorado contra el FMLN, de parte de la derecha y el gobierno, y de sectores sociales históricamente “apáticos”, sino, por lo que el FMLN representa como la mayor fuerza opositora de El Salvador.
Y es que, siendo el FMLN la segunda fuerza política, con 32 diputados en el Congreso, y gobernante de las más importantes alcaldías del país, es importante que deje clara, no sólo su vocación democrática, sino el rechazo a la violencia. Esto último, es más importante, porque es necesario enviar una clara señal a aquellos sujetos, que en forma individual o colectiva, estén pensando en la violencia como el método para superar las problemáticas nacionales.
El FMLN es claro en afirmar que “ningún individuo o grupo, cualesquiera que sean las ideas que profese, tiene justificación o derecho a emplear armas y métodos violentos proscritos por la Constitución y las leyes de la República”.
Es valioso también, que el FMLN se haya pronunciado por una investigación profunda, y que caiga todo el peso de la ley contra el autor o autores materiales, así como a los autores intelectuales. Porque el FMLN, como institución política debe reafirmar su combate a la impunidad.
Ojalá, y el mensaje del FMLN sea leído y atendido no sólo por su militancia, sino también, por los simpatizantes y todo aquel salvadoreño y salvadoreña, que ante la ineficiencia policial y fiscal, crea que El Salvador es un santuario de la impunidad.
Esperamos también, que la fiscalía y la policía, trabajen apegados a la ley, y no al compás de la algarabía propagandística que también ensucia el entorno, de por sí gris por el luto de la sangre inocente derramada.
La alta dirigencia del partido opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) condenó y repudió el asesinato de dos agentes de la División de antimotines, de la Policía Nacional Civil (UMO-PNC).
La condena y el repudio es sumamente importante, y necesaria, no sólo por las dudas y perspicacias que han aflorado contra el FMLN, de parte de la derecha y el gobierno, y de sectores sociales históricamente “apáticos”, sino, por lo que el FMLN representa como la mayor fuerza opositora de El Salvador.
Y es que, siendo el FMLN la segunda fuerza política, con 32 diputados en el Congreso, y gobernante de las más importantes alcaldías del país, es importante que deje clara, no sólo su vocación democrática, sino el rechazo a la violencia. Esto último, es más importante, porque es necesario enviar una clara señal a aquellos sujetos, que en forma individual o colectiva, estén pensando en la violencia como el método para superar las problemáticas nacionales.
El FMLN es claro en afirmar que “ningún individuo o grupo, cualesquiera que sean las ideas que profese, tiene justificación o derecho a emplear armas y métodos violentos proscritos por la Constitución y las leyes de la República”.
Es valioso también, que el FMLN se haya pronunciado por una investigación profunda, y que caiga todo el peso de la ley contra el autor o autores materiales, así como a los autores intelectuales. Porque el FMLN, como institución política debe reafirmar su combate a la impunidad.
Ojalá, y el mensaje del FMLN sea leído y atendido no sólo por su militancia, sino también, por los simpatizantes y todo aquel salvadoreño y salvadoreña, que ante la ineficiencia policial y fiscal, crea que El Salvador es un santuario de la impunidad.
Esperamos también, que la fiscalía y la policía, trabajen apegados a la ley, y no al compás de la algarabía propagandística que también ensucia el entorno, de por sí gris por el luto de la sangre inocente derramada.
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