Co-Latino
Aunque las presiones son menos atosigantes, siguen las voces de quienes pretenden convencer a los salvadoreños que hay o habrá una separación entre el Presidente Electo, Mauricio Funes, y su partido el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
Esas voces perversas hasta incitan a la necesidad de un rompimiento entre el Frente y el Presidente Electo, para que “los sectores empresariales e inversionistas” tengan confianza y den credibilidad al gobierno de Mauricio Funes. Este discurso viene desde la campaña, la cual, junto a la campaña sucia, ha logrado evadir el Frente y Mauricio, de forma muy racional y oportuna.
Y, una vez más, el FMLN sale al paso a esas conjeturas, de forma firme y contundente. En un manifiesto a la Nación, hecho público el sábado, el cual se reproduce en nuestra edición de hoy, el Frente expresa, sin rodeos, su apoyo total al Presidente Electo Mauricio Funes. “A nadie le debe quedar duda alguna: apoyaremos como Partido todas las políticas del Nuevo Gobierno que tenga como prioridad a los sectores más pobres y olvidados de nuestra sociedad y que son parte esencial del Programa de Gobierno que ofrecimos al país en la pasada contienda electoral”, dice el manifiesto. Por cierto, en su discurso de proclamación como Presidente Electo, Mauricio Funes resaltó su opción preferencial por los pobres.
El FMLN insiste en “avanzar con determinación hacia la justicia social, mediante la superación de la pobreza, la exclusión y las enormes desigualdades en la sociedad”.
El partido de izquierda también reconoce que el Gobierno de Funes, en este periodo de crisis mundial y de fracaso de las políticas neoliberales impulsadas por los gobierno de ARENA, desde el primero de junio partido opositor, requieren de la participación de todos los sectores de la vida nacional que quieran contribuir al desarrollo de la nación.
Por ello, en su manifiesto, el FMLN señala que: “como Partido de Gobierno, impulsará tesoneramente la Unidad Nacional, en momentos en que la economía mundial atraviesa una severa crisis…”
Los distintos gobiernos de ARENA, con fines propagandísticos únicamente, hablaron de unidad y concertación, pero hicieron las cosas creyendo que las victorias electorales eran un cheque en blanco para que hicieran los que se les antojara. Por eso, en medio de las oscuridad, el ex presidente Francisco Flores nos impuso la dolarización, la que fue acentuada por el Presidente Elías Antonio Saca, al ocultar los colones, contraviniendo así la ley de la bimonetarización por ellos creada.
El estilo que apoyará el Frente, en el gobierno de Funes, será diferente, de ahí que en su manifiesto, el FMLN afirma: “a los que respaldaron nuestra propuesta en las elecciones, y también a los que la adversaron, los invitamos a asumir patrióticamente su papel, inaugurando una nueva época en la historia política del país: la época del diálogo y la concertación como métodos para resolver los problemas de nuestra patria El Salvador”.
Esperemos que todas las fuerzas sociales no sólo lean el manifiesto del Frente, sino que se sumen al llamado.
Aunque las presiones son menos atosigantes, siguen las voces de quienes pretenden convencer a los salvadoreños que hay o habrá una separación entre el Presidente Electo, Mauricio Funes, y su partido el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
Esas voces perversas hasta incitan a la necesidad de un rompimiento entre el Frente y el Presidente Electo, para que “los sectores empresariales e inversionistas” tengan confianza y den credibilidad al gobierno de Mauricio Funes. Este discurso viene desde la campaña, la cual, junto a la campaña sucia, ha logrado evadir el Frente y Mauricio, de forma muy racional y oportuna.
Y, una vez más, el FMLN sale al paso a esas conjeturas, de forma firme y contundente. En un manifiesto a la Nación, hecho público el sábado, el cual se reproduce en nuestra edición de hoy, el Frente expresa, sin rodeos, su apoyo total al Presidente Electo Mauricio Funes. “A nadie le debe quedar duda alguna: apoyaremos como Partido todas las políticas del Nuevo Gobierno que tenga como prioridad a los sectores más pobres y olvidados de nuestra sociedad y que son parte esencial del Programa de Gobierno que ofrecimos al país en la pasada contienda electoral”, dice el manifiesto. Por cierto, en su discurso de proclamación como Presidente Electo, Mauricio Funes resaltó su opción preferencial por los pobres.
El FMLN insiste en “avanzar con determinación hacia la justicia social, mediante la superación de la pobreza, la exclusión y las enormes desigualdades en la sociedad”.
El partido de izquierda también reconoce que el Gobierno de Funes, en este periodo de crisis mundial y de fracaso de las políticas neoliberales impulsadas por los gobierno de ARENA, desde el primero de junio partido opositor, requieren de la participación de todos los sectores de la vida nacional que quieran contribuir al desarrollo de la nación.
Por ello, en su manifiesto, el FMLN señala que: “como Partido de Gobierno, impulsará tesoneramente la Unidad Nacional, en momentos en que la economía mundial atraviesa una severa crisis…”
Los distintos gobiernos de ARENA, con fines propagandísticos únicamente, hablaron de unidad y concertación, pero hicieron las cosas creyendo que las victorias electorales eran un cheque en blanco para que hicieran los que se les antojara. Por eso, en medio de las oscuridad, el ex presidente Francisco Flores nos impuso la dolarización, la que fue acentuada por el Presidente Elías Antonio Saca, al ocultar los colones, contraviniendo así la ley de la bimonetarización por ellos creada.
El estilo que apoyará el Frente, en el gobierno de Funes, será diferente, de ahí que en su manifiesto, el FMLN afirma: “a los que respaldaron nuestra propuesta en las elecciones, y también a los que la adversaron, los invitamos a asumir patrióticamente su papel, inaugurando una nueva época en la historia política del país: la época del diálogo y la concertación como métodos para resolver los problemas de nuestra patria El Salvador”.
Esperemos que todas las fuerzas sociales no sólo lean el manifiesto del Frente, sino que se sumen al llamado.
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