San Salvador, 24 ene (PL) Los salvadoreños conmemoran hoy el segundo aniversario de la muerte de Schafik Handal, líder del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y una de los más auténticos representantes de la izquierda latinoamericana.
Desde ayer, los simpatizantes del principal partido de la oposición iniciaron los actos conmemorativos con una vigilia y actividades culturales.
Para el parlamentario y vocero del Frente, Sigfrido Reyes, "la partida de Schafik dejó un gran vacío en el FMLN y en el pueblo salvadoreño".
El sacerdote jesuita, José María Tojeira, subrayó que la muerte de Schafik “aumenta la conciencia y el crecimiento de conciencia, en un país pobre con una pésima distribución de la riqueza, favorece el pensamiento de izquierda y a la izquierda política del país”.
La conmemoración por la muerte del líder histórico del FMLN ocurre cuando comienza a perfilarse el panorama electoral de la nación con vistas a las presidenciales de 2009, y en la que los salvadoreños cifran las esperanzas de un cambio.
Para dirigentes de organizaciones políticas, sociales y religiosas, el país poco ha cambiado tras los Acuerdos de Paz firmados por el gobierno y las guerrillas del FMLN y mediados por Naciones Unidas, el 16 de enero de 1992.
Advierten que pese al enorme esfuerzo de Handal en todos estos años y hasta su muerte, El Salvador vive similares problemas a los que detonaron la guerra.
Señalan que la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), en el poder desde 1989, llevó a cabo toda una cadena de privatizaciones que en nada ha favorecido a la población.
Aseguran que la política neoliberal del oficialismo sólo ha hecho del país una nación cada vez más supeditada a los grandes grupos oligárquicos.
Para los analistas esto ha propiciado que ARENA muestre evidentes síntomas de descalabro.
Al respecto, Tojeira subraya que el estado decadente de ese partido se debe a la escasa efectividad y deficiente política de desarrollo social, y, entre otros aspectos, a su apoyo a Estados Unidos en la invasión a Iraq.
El Salvador, después de haber vivido una guerra que dejó más de 75 mil muertos, es la única nación latinoamericana que apoya con un contingente de soldados a Estados Unidos en su impopular intervención en ese país árabe.
La fórmula presidencial por el FMLN, Maurico Funes y Salvador Sánchez -como presidente y vicepresidente- sale como favorita para ganar los próximos comicios en numerosas encuestas.
El FMLN busca la vía salvadoreña para reconstruir una sociedad capaz de articular las ideas de su líder histórico.
Schafik veía en los procesos electorales una gran oportunidad para la comunicación de las propuestas revolucionarias a la gente y un gran escenario para la lucha de ideas contra el capitalismo neo-liberal y por una sociedad justa.
Desde ayer, los simpatizantes del principal partido de la oposición iniciaron los actos conmemorativos con una vigilia y actividades culturales.
Para el parlamentario y vocero del Frente, Sigfrido Reyes, "la partida de Schafik dejó un gran vacío en el FMLN y en el pueblo salvadoreño".
El sacerdote jesuita, José María Tojeira, subrayó que la muerte de Schafik “aumenta la conciencia y el crecimiento de conciencia, en un país pobre con una pésima distribución de la riqueza, favorece el pensamiento de izquierda y a la izquierda política del país”.
La conmemoración por la muerte del líder histórico del FMLN ocurre cuando comienza a perfilarse el panorama electoral de la nación con vistas a las presidenciales de 2009, y en la que los salvadoreños cifran las esperanzas de un cambio.
Para dirigentes de organizaciones políticas, sociales y religiosas, el país poco ha cambiado tras los Acuerdos de Paz firmados por el gobierno y las guerrillas del FMLN y mediados por Naciones Unidas, el 16 de enero de 1992.
Advierten que pese al enorme esfuerzo de Handal en todos estos años y hasta su muerte, El Salvador vive similares problemas a los que detonaron la guerra.
Señalan que la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), en el poder desde 1989, llevó a cabo toda una cadena de privatizaciones que en nada ha favorecido a la población.
Aseguran que la política neoliberal del oficialismo sólo ha hecho del país una nación cada vez más supeditada a los grandes grupos oligárquicos.
Para los analistas esto ha propiciado que ARENA muestre evidentes síntomas de descalabro.
Al respecto, Tojeira subraya que el estado decadente de ese partido se debe a la escasa efectividad y deficiente política de desarrollo social, y, entre otros aspectos, a su apoyo a Estados Unidos en la invasión a Iraq.
El Salvador, después de haber vivido una guerra que dejó más de 75 mil muertos, es la única nación latinoamericana que apoya con un contingente de soldados a Estados Unidos en su impopular intervención en ese país árabe.
La fórmula presidencial por el FMLN, Maurico Funes y Salvador Sánchez -como presidente y vicepresidente- sale como favorita para ganar los próximos comicios en numerosas encuestas.
El FMLN busca la vía salvadoreña para reconstruir una sociedad capaz de articular las ideas de su líder histórico.
Schafik veía en los procesos electorales una gran oportunidad para la comunicación de las propuestas revolucionarias a la gente y un gran escenario para la lucha de ideas contra el capitalismo neo-liberal y por una sociedad justa.
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