(PL) Ecologistas salvadoreños se sumaron hoy al ayuno que realizan familiares de niños desaparecidos durante el conflicto armado (1980-1992) para obligar al gobierno a ofrecer disculpas por la muerte de las hermanas Serrano.
La huelga de hambre, iniciada hace cinco días, se realiza frente a las catedrales de esta capital y de la norteña Chalatenango.
Los participantes, entre los que se incluyen pobladores locales, pretenden llamar la atención al Estado salvadoreño para que cumpla con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ese órgano regional determinó en marzo de 2005 que el gobierno debe disculparse ante los parientes de las niñas, Ernestina y Erlina Serrano, por haberles impedido investigar el caso.
El jueves el ministro salvadoreño de Relaciones Exteriores, Francisco Laínez, se presentó al atrio de la Catedral de Chalatenango supuestamente para pedir el perdón a la familia Serrano.
Pero los parientes de las niñas aseguraron que, el canciller se limitó a decirles que lamentaba los hechos sucedidos durante la guerra. En ningún momento Laínez pidió disculpas como lo exige la CIDH, coincidieron.
La Asociación Pro-Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos comunicó que la medida pacífica busca apelar a la conciencia de los representantes del Estado y exigirles el cumplimiento de la orden emitida por ese ente.
En opinión de los dirigentes de esa organización, que coordina la protesta, el cumplimiento del fallo es importante porque se convierte en un paso indispensable para la reconciliación y consolidación de la naciente democracia en El Salvador.
El ayuno se mantendrá hasta el próximo miércoles, día en que vencerá el plazo de un año que dio a El Salvador el CIDH para que se cumpla el desagravio.
Fuentes locales recordaron que en los años de la guerra interna desparecieron en esta pequeña nación cientos de infantes por la acción de los miembros del Ejército.
En la mayoría de los casos, los menores fueron dados en adopción a familias extranjeras, por lo cual Pro-Búsqueda desarrolla una intensa labor en pos del reencuentro de éstos con sus parientes.
La huelga de hambre, iniciada hace cinco días, se realiza frente a las catedrales de esta capital y de la norteña Chalatenango.
Los participantes, entre los que se incluyen pobladores locales, pretenden llamar la atención al Estado salvadoreño para que cumpla con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ese órgano regional determinó en marzo de 2005 que el gobierno debe disculparse ante los parientes de las niñas, Ernestina y Erlina Serrano, por haberles impedido investigar el caso.
El jueves el ministro salvadoreño de Relaciones Exteriores, Francisco Laínez, se presentó al atrio de la Catedral de Chalatenango supuestamente para pedir el perdón a la familia Serrano.
Pero los parientes de las niñas aseguraron que, el canciller se limitó a decirles que lamentaba los hechos sucedidos durante la guerra. En ningún momento Laínez pidió disculpas como lo exige la CIDH, coincidieron.
La Asociación Pro-Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos comunicó que la medida pacífica busca apelar a la conciencia de los representantes del Estado y exigirles el cumplimiento de la orden emitida por ese ente.
En opinión de los dirigentes de esa organización, que coordina la protesta, el cumplimiento del fallo es importante porque se convierte en un paso indispensable para la reconciliación y consolidación de la naciente democracia en El Salvador.
El ayuno se mantendrá hasta el próximo miércoles, día en que vencerá el plazo de un año que dio a El Salvador el CIDH para que se cumpla el desagravio.
Fuentes locales recordaron que en los años de la guerra interna desparecieron en esta pequeña nación cientos de infantes por la acción de los miembros del Ejército.
En la mayoría de los casos, los menores fueron dados en adopción a familias extranjeras, por lo cual Pro-Búsqueda desarrolla una intensa labor en pos del reencuentro de éstos con sus parientes.
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