Escrito por María Julia Mayoral González
jueves, 30 de abril de 2009
San Salvador, 30 abr (PL) Principales avenidas de esta capital y de otros territorios salvadoreños servirán de escenario mañana a protestas populares que, en ocasión del Día Internacional de los Trabajadores, exigirán mejores salarios y estabilidad laboral. Según trascendió en la prensa local, el presidente electo de la República, Mauricio Funes, participará en varias de las actividades organizadas por los sindicalistas.
Tanto la postura de Funes como la del vicemandatario electo, Salvador Sánchez Cerén, marcan un distanciamiento con la política seguida por los partidos tradicionales.
Antiguo dirigente de la Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños a finales de los años 60 del siglo pasado, Sánchez Cerén recalcó desde la campaña electoral el propósito de mantener un diálogo directo y permanente con los trabajadores.
Nuestro gobierno va a utilizar mucho el entendimiento; "las demandas de los trabajadores deben canalizarse a través del diálogo", expresó el futuro vicepresidente.
El también integrante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional sopesó que "hay mucha demanda y reivindicación de los trabajadores con las que coincidimos y que deben respetarse".
No obstante, para algunos sindicalistas está por ver cómo el gobierno de Funes a partir del venidero 1 de junio cumplirá las promesas de desarrollar políticas sociales en beneficio de los sectores más preteridos.
El secretario del Sindicato General de Empleados de la Salud, Mario Arévalo, está entre los que esperan del nuevo ejecutivo coherencia entre "sus promesas y sus actos".
Representantes obreros alertan, además, que si bien hubo un cambio con el triunfo electoral del FMLN, las empresas "están en manos de los burgueses", una realidad agudizada por las privatizaciones desarrolladas por sucesivas administraciones neoliberales.
jueves, 30 de abril de 2009
San Salvador, 30 abr (PL) Principales avenidas de esta capital y de otros territorios salvadoreños servirán de escenario mañana a protestas populares que, en ocasión del Día Internacional de los Trabajadores, exigirán mejores salarios y estabilidad laboral. Según trascendió en la prensa local, el presidente electo de la República, Mauricio Funes, participará en varias de las actividades organizadas por los sindicalistas.
Tanto la postura de Funes como la del vicemandatario electo, Salvador Sánchez Cerén, marcan un distanciamiento con la política seguida por los partidos tradicionales.
Antiguo dirigente de la Asociación Nacional de Educadores Salvadoreños a finales de los años 60 del siglo pasado, Sánchez Cerén recalcó desde la campaña electoral el propósito de mantener un diálogo directo y permanente con los trabajadores.
Nuestro gobierno va a utilizar mucho el entendimiento; "las demandas de los trabajadores deben canalizarse a través del diálogo", expresó el futuro vicepresidente.
El también integrante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional sopesó que "hay mucha demanda y reivindicación de los trabajadores con las que coincidimos y que deben respetarse".
No obstante, para algunos sindicalistas está por ver cómo el gobierno de Funes a partir del venidero 1 de junio cumplirá las promesas de desarrollar políticas sociales en beneficio de los sectores más preteridos.
El secretario del Sindicato General de Empleados de la Salud, Mario Arévalo, está entre los que esperan del nuevo ejecutivo coherencia entre "sus promesas y sus actos".
Representantes obreros alertan, además, que si bien hubo un cambio con el triunfo electoral del FMLN, las empresas "están en manos de los burgueses", una realidad agudizada por las privatizaciones desarrolladas por sucesivas administraciones neoliberales.
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